Ginebra. Los votantes suizos rechazaron ayer el plan del gobierno de inyectar más de 150 millones de francos (unos 163 millones de dólares) en los medios impresos y de radiodifusión cada año. Un 56 por ciento de los votantes rechazaron la medida, informó la emisora pública SRF.
Los críticos consideran que la inyección de efectivo desperdiciaría el dinero de los contribuyentes, beneficiaría a las grandes cadenas de periódicos y a los magnates de medios, y dañaría la independencia periodística al hacer que los medios dependan más de las donaciones estatales y, por tanto, sean menos propensos a criticar a los funcionarios públicos.
Mientras, los partidarios de la in-yección de efectivo respondieron que el periodismo, sobre todo en áreas locales mal atendidas por los grandes grupos de medios, debería considerarse un servicio público, como lo son muchas emisoras de radio y televisión públicas en Suiza y en Europa. “Los grupos de medios luchan por sobrevivir. Los ingresos publicitarios de la prensa impresa no han dejado de caer o se los tragan gigantes como Facebook y Google, y las suscripciones no son suficientes”, dijo antes de la votación el Partido Verde suizo, que apoyó la medida.
Los defensores aseguraron que más de 70 periódicos han desaparecido desde 2003 y que los ingresos por publicidad en todas las publicaciones impresas cayeron 42 por ciento entre 2016 y 2020 en Suiza.
Según los críticos, los grandes grupos de medios impresos juntos obtuvieron más de 300 millones en ganancias en 2020, incluso durante la crisis de covid-19. Otros países de Europa ofrecen apoyo a los periódicos mediante descuentos en las tarifas postales y exenciones fiscales.
También ayer los suizos aceptaron prohibir la publicidad del tabaco en sitios a los que tengan acceso niños y adolescentes (radio, televisión, prensa, carteles, Internet, cine y durante manifestaciones).