Buenos Aires. En un escenario políticamente complicado después de su gira y los acuerdos firmados con Rusia y China, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, respondió ayer a una avalancha de informaciones cruzadas con frases como “el mundo hoy es multilateral y “eso nos obliga a vincularnos, a tener relaciones maduras y de respeto que aplica a la mayoría del mundo, no hay amigos ni enemigos permanentes: hay que trabajar en favor de los intereses del país”.
El debate fue generado por la oposición, cuyas divisiones son visibles, el mandatario señaló “no se porqué levanta tanta polvareda; viajar a Rusia y China no significa tener mala relación con Estados Unidos, fuimos a promover nuestros vínculos comerciales y financieros”.
Los medios opositores armaron una cadena de desinformación, al advertir que Estados Unidos no iba a tolerar la gira presidencial al dar por hecho que Washington retirará su apoyo al acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Fernández indicó que el mundo no es bipolar, y que, tanto Rusia como China, tienen capitales privados que ganaron mercados en el mundo.
Recalcó que el principal socio comercial de Estados Unidos es China y destacó que haber acordado integrar la propuesta de la Ruta de la Seda –que ha convocado a varios países– no significó que nos pusieran “condicionamientos político”, y agregó que ello no significa que se pretenda instalar “un régimen maoísta” en Argentina.
Explicó que en Rusia habló de inversiones y recordó que espera firmar acuerdos comerciales con países europeos y Brasil, entre otros.
Esto ocurre en el contexto de la refinanciación de un crédito que el FMI dio a Argentina durante el pasado gobierno derechista del presidente Mauricio Macri en 2018, con una impagable acumulación de intereses que asciende a 45 mil millones de dólares.
En este caso, se violó la Constitución argentina y el organismo financiero reconoció que omitió sus propias normas. El crédito se firmó para empezar a pagarse en 2021 y era claramente una trampa para cualquier gobierno que sucediera a la derechista alianza Cambiemos.
Fernández consideró este sábado un “acto de sensatez” que la principal fuerza de oposición, la centroderechista Juntos por el Cambio (JxC), apoye las negociaciones de un nuevo acuerdo con el organismo financiero internacional.
Piden al oficialismo unidad en las decisiones nacionales
En declaraciones radiales manifestó que espera que la actitud de la oposición “ayude a resolver un problema muy serio”, en alusión a la renegociación del préstamo.
“Esa deuda se generó porque el gobierno estadunidense de entonces (del presidente republicano Donald Trump) facilitó con sus votos en el fondo que se diera ese crédito y esto no lo digo yo, sino que lo han dicho ellos mismos”, afirmó.
Fernández añadió que “así como Trump trabajó para favorecer al gobierno de Macri y darle un crédito que fue muy nocivo para Argentina, en estos momentos el gobierno (del demócrata Joe Biden), cuando llegó la hora de encontrar una solución o un comienzo de salida al problema, acompañó con su voto”.
Una facción minoritaria del propio oficialismo, liderada por el diputado Máximo Kirchner, hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner, ya anticipó su rechazo a las bases del acuerdo aunque espera los memorándums finales para definir su posición.
Al fijar su postura, la opositora JxC condicionó su apoyo a que el pacto no implique el aumento de impuestos o la creación de nuevos, y criticó la “falta de unidad” del oficialismo frente a las negociaciones.