Oaxaca, Oax., Édgar Martín Regalado, integrante del Colectivo en Defensa de los Derechos Humanos y los Bienes Comunales de Unión Hidalgo, sufrió un atentado la noche del 10 de febrero al dirigirse a su casa, cuando sujetos desconocidos efectuaron disparos de arma de fuego.
El defensor aseguró que es un intento de intimidación para que deje de luchar contra la instalación del parque eólico Gunaa Sicarú, ubicado en la región de Juchitán de Zaragoza y que opera la paraestatal francesa Électricité de France.
En entrevista con La Jornada explicó que ese día, él y la asociación civil Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Prodesc) ofrecieron una conferencia de prensa en la ciudad de Oaxaca, donde informaron sobre el proceso de revisión presentado ante el tribunal de Francia para solicitar la cancelación del proyecto eólico que que Électricité pretende imponer en Unión Hidalgo.
Detalló que tras concluir sus actividades regresó a Unión Hidalgo alrededor de las 22 horas y cuando circulaba a bordo de un mototaxi en la calle Venustiano Carranza esquina con Salvador Díaz Mirón, un automóvil Jetta rojo se les emparejó, y se escuchó una detonación.
Sin entender bien qué ocurría y sin estar seguro de que se trataba de un disparo, dijo que se asomó, en ese momento vio a tres personas dentro del coche y observó que uno de ellos sacó la mano en la que cargaba una pistola e hizo dos disparos al aire.
Ante esta situación, el mototaxista se detuvo y el vehículo los rebasó y se paró para obstaculizar la vialidad, por lo que el conductor del taxi se dio la vuelta y avanzó por calles alternas hasta llegar a la vivienda de Martín Regalado, donde se resguardó y dio aviso al Colectivo en Defensa de los Derechos Humanos y los Bienes Comunales de Unión Hidalgo y a Prodesc.
Amenazas frecuentes
Lamentó que desde que comenzaron su lucha contra la instalación del parque eólico Gunaa Sicarú, el cual ocupará 4 mil 700 hectáreas de tierras comunales y será explotado por 30 años, las amenazas han sido constantes, pues de forma regular incendian el terreno que se ubica en la parte trasera de su hogar.
Sin embargo, no se había llegado a una amenaza de este tipo, por lo que confirmó que lo que buscan es asustar a los que defienden las tierras comunales, quieren desmovilizarlos y en su caso que deje de informar a los habitantes de Unión Hidalgo de cómo los afectará este proyecto, pero esto no ocurrirá, aseveró.
Sus amigos y asesores le sugirieron que descanse una semana, mientras se interponen las denuncias y quejas correspondientes.
Además buscarán el apoyo de la Defensoría de los Derechos Humanos de los Pueblos de Oaxaca y solicitarán a autoridades federales que reactiven las medidas cautelares que él y otros activistas de la zona tenían, ya que con este tipo de actos de intimidación su seguridad está en riesgo.