Washington. El presidente Joe Biden firmó ayer un decreto que permite a Estados Unidos disponer de 7 mil millones de dólares del banco central de Afganistán, depositados en instituciones financieras estadunidenses, para dar ayuda humanitaria al país asiático e indemnizar a víctimas de los atentados del 19 de septiembre de 2001, informó la Casa Blanca,.
Los anterior, fue calificado por el gobierno talibán de Kabul de hurto. “El robo y la incautación del dinero del pueblo afgano en manos de Estados Unidos representa el nivel más bajo de decadencia humana y moral de un país y una nación”, reaccionó en Twitter Mohammad Naeem, vocero oficial.
En una maniobra muy inusual en la que Washington toma posesión de los activos de otro Estado, Biden solicita que estos fondos se administren desde una cuenta de la sede de la Reserva Federal de Nueva York. Los activos de bancos centrales suelen ser títulos financieros, de divisas o de oro.
Biden quiere que la mitad de los 7 mil millones se destine a indemnización de familiares de víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, hechos que llevaron a Estados Unidos a invadir Afganistán.
Deora Bodley, estudiante de 20 años, era la más joven de los 40 pasajeros que murieron cuando el vuelo 93 se estrelló en un campo de Pensilvania. Pero su tía, Sandra Bodley, rechazó la decisión presidencial y señaló que “el pueblo afgano no es responsable del 11 de septiembre. Afganistán está devastado (...) y todos los fondos disponibles deben ser usados para los habitantes del país asiático”.
Biden espera que la otra mitad se destine a ayuda humanitaria a Afganistán, pero desembolsada de tal forma que el dinero no caiga en manos de los talibanes, ahora en el poder, explicó la Casa Blanca.
“Es muy importante tomar 3 mil 500 millones de dólares y garantizar que se utilicen en beneficio del pueblo afgano”, señaló un funcionario de la Casa Blanca quien requirió el anonimato.
También se busca garantizar que las familias de las “víctimas del ‘terrorismo’ puedan hacer oír su voz” frente a la justicia federal estadunidense y los referidos 3 mil 500 millones de dólares son para resolver los procesos abiertos por quienes demandan la incautación de activos afganos.
El funcionario reconoció que se trata de un asunto “jurídicamente complicado” y que este anuncio es el comienzo.
Los talibanes han exigido tener el control de las reservas del banco central afgano, y Rusia instó a Estados Unidos a liberar esos activos. Dichas reservas brutas se situaron a finales de abril de 2021 en 9 mi 400 millones de dólares, según el Fondo Monetario Internacional. La Casa Blanca asegura que estas reservas “provienen de la continua ayuda brindada por Estados Unidos y otros donantes durante dos décadas”.