Berlín. La joven realizadora mexicana Natalia López Gallardo llega a Berlín con su ópera prima Manto de gemas en la carrera por el Oso de Oro de la Berlinale.
La menuda figura de Natalia, la prudencia en sus declaraciones, su discreta y genuina actitud al presentar su película contrastan con la fuerza emotiva de su trabajo.
Manto de gemas es producto de un intenso trabajo de investigación en el que entrevistó a madres cuyos hijos se encuentran desaparecidos; las locaciones se llevaron a cabo en el estado de Morelos.
En conferencia de prensa declaró: “No intento hacer una declaración social o política sobre el tema de la violencia sino más bien mostrar la dimensión sicológica del drama, el miedo que se encuentra presente en esa comunidad”. Miedo aunado a la aparente impotencia de una sociedad que es víctima de la violencia del crimen organizado donde todos y cada uno intentan sobrevivir el día a día sin un proyecto de comunidad.
La sensibilidad de la directora la hizo mirar el drama de las desapariciones como una herida espiritual que de alguna manera sufren todos los mexicanos.
Tres figuras femeninas y financiamiento mexicano
La historia gira alrededor de tres figuras femeninas, Isabel interpretada magistralmente por Nailea Norvind da vida a la complejidad de una mujer que en medio de sus dramas personales intenta ayudar a María a encontrar a su hermana desaparecida; ésta última vive con la ambigüedad y el sufrimiento que acarrea ser víctima y victimario de una banda de secuestradores.
El personaje de Roberta es una comandante de la policía que lucha sin éxito por rescatar a su hijo de las redes del narcotráfico intentando conservar los aparentemente enterrados valores de respeto y honestidad sin caer en las redes de las corrupción.
El inteligente acercamiento de Natalia López Gallardo mediante el lenguaje del cine obliga al espectador a ir lentamente desenmarañando los hilos de que el drama se compone; hacer uso de la intuición como un buen recurso; el filme retrata también la ambigüedad entre víctimas y victimarios que ha dado como resultado el desprendimiento del tejido social en esa comunidad.
Respecto a la imagen que de México se tiene en otros países expresó: “Es difícil explicar a los europeos la complejidad de un país como México, la descripción tal vez sea más fácil desde una perspectiva abstracta, México podría compararse con esas deidades del hinduismo con muchas caras y muchos brazos“.
Los actores Nailea Norvind y Daniel García Treviño son prácticamente los únicos profesionales, el resto del elenco son miembros de la comunidad.
El equipo de producción de Manto de gemas resaltó que los fondos obtenidos para la realización del filme fueron prácticamente obtenidos de instituciones mexicanas.