El local de las famosas Tortas Colima dejaron de existir después de que el pasado 2 de febrero cumplieron 54 años. A golpes y empujones, un hombre que se identificó como el apoderado legal de la propiedad ubicada en la esquina de Colima y Mérida, en la colonia Roma Norte, desalojó ayer a la familia Ortiz que se resistía a abandonar el inmueble que compraron sus padres a un panadero de origen español en 1968.
Alrededor de las 14:30 horas el sujeto, que dijo ser abogado, llegó acompañado por un grupo de 20 cargadores y con voz amenazante dijo a las hermanas Ortiz: “Tienen cinco minutos para sacar sus porquerías”; sin embargo, las mujeres aseguraron que nunca se les mostró una orden judicial y que no fueron notificadas legalmente que deberían salir del inmueble.
En los pasados 12 años los cinco hermanos padecieron el acoso e intimidación para ser desalojados, por lo que los representantes de quienes se ostentan como dueños realizaron hoyos en techo por donde tiraban agua que, de acuerdo con los testigos, literalmente formaba una cascada.
Antes de eso los supuestos dueños lograron apoderarse de los departamentos de 21 familias que habitaban en los cuatro pisos y una parte de la planta baja de la propiedad, incluso los muebles como los colchones fueron arrojados por las ventanas.
La familia Ortiz juntaba el agua en tambos que colocaron en la acera, lo que llamó la atención de los vecinos, pero nunca de las autoridades, además de que antes de la pandemia diferentes colectivos organizaron un evento con el nombre Tortas para la Banda, con el que se reunían a leer poesía a fin de evitar el desalojo, pero no fue suficiente.
Los Ortiz trataron de buscar un lugar donde pasar la noche de ayer, y en la esquina aún estaban las naranjas, el apio y las piñas, así como los exprimidores, muebles y mostradores que utilizaban para preparar y despachar las tortas, jugos y licuados. También fueron sacadas sus camas, colchones y tocadores, pero uno de los hermanos perdió su dinero, como ocurre en estos casos.
Además de los cargadores, otros sujetos se encargaron de soldar por dentro las cortinas del establecimiento, famoso por las tortas de milanesa y pollo, que se extrañará por su variedad de cocteles de fruta, dijo una mujer que atiende una farmacia cercana.
Carmen Ortiz, de 63 años, una de las integrantes de la familia, estaba desconcertada y dijo que a pesar de que llamó al número de emergencias 911 para pedir ayuda la policía nunca llegó.