Hermosillo, Son. La “pausa” en la relación México-España no implica ningún cambio en materia diplomática ni en el ritmo de relaciones con el gobierno de aquella nación, subrayó el presidente Andrés Manuel López Obrador, al revelar que en un encuentro con el dueño de Iberdrola, el directivo asumió un “protagonismo irrespetuoso” y es esa misma empresa la que ahora hace gestiones, lobby, en contra de la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica, promovida por su gobierno.
Señaló que la expresión acerca de darse un tiempo tampoco es ruptura.
“Ya lo expliqué ayer pero lo repito: no es una ruptura, es un señalamiento por los abusos cometidos por empresas españolas que han afectado al pueblo de México en otros tiempos.
Los jugosos negocios que se hicieron por influyentismo, por acuerdos cupulares de políticos de España y de México en los sexenios de Fox, de Calderón y de Peña Nieto”, dijo a la prensa.
En la conferencia de prensa matutina que hoy se realizó en Hermosillo, el mandatario fue enfático en los costos para el erario de los contratos, realizados en administraciones anteriores, con las españolas OHL, Repsol e Iberdrola, esta última – señaló- favorita del gobierno de Felipe Calderón, quien luego pasó a ser consejero del corporativo.
“Y lo que nos ha costado Iberdrola, no sólo lo que ha perdido México sino la ofensa de que una empresa que se beneficia de contratos por abastecimiento de energía eléctrica se llegue a trabajar a la secretaria de Energía de México, y se lleve como empleado al Presidente de México, a Felipe Calderón.
Eso es una ofensa a nuestro pueblo. Entonces, no es ruptura en las relaciones”.
—¿Ninguna consecuencia diplomática?, se le preguntó.
—Nada. Nada más es decir, no se permite robar, no somos tierra de conquista, y que no se confunda al pueblo español que respetamos y admiramos tanto, con estas empresas y con sus políticos protectores del más alto nivel. Eso es todo, yo creo que ya…
—¿Ha habido alguna comunicación entre las cancillerías?
—Puede ser. No tengo información directa porque Marcelo (Ebrard) está en Francia, pero no habría ningún problema en que se tenga comunicación, qué mejor comunicación que lo que estoy diciendo, ¿que no se enteran? Dicen los internacionalistas conservadores, expertos en política exterior, que qué es eso de pausar.
¿No lo entendieron? - expresó López Obrador con sarcasmo-. Claro que sí, es: a ver, vamos dándonos tiempo; nos conviene a los pueblos, a los gobiernos, para entender de que hay una nueva realidad, que hubo un cambio en México. Ya no les puedo mandar un telegrama porque eso es obsoleto, pero es decirles, ya no, advirtió.
Luego contó la anécdota con el directivo:
Me tocó hablar con el presidente de Consejo de Iberdrola, el señor pues me imagino que allá, no sé el comportamiento en las reuniones con el Rey o en las reuniones con el Presidente de España, pero acá quiso actuar con un protagonismo irrespetuoso y le tuve qué decir: oiga, ustedes nos han ofendido.
Pero allá quién sabe cómo actúa. Yo creo que tiene mucha influencia porque allá sólo sube y sube el precio de la luz y ellos son los que controlan, los de Iberdrola.
Ese es el modelo que quieren para México o hacia allá iba porque se los permitieron, pero imagínense aquí en Sonora, con los calores – ahora hay frío- si no existe la CFE dejamos a la gente en el desamparo.
En España aumentaban y aumentaban el precio y no se atrevía el gobierno a hacer nada.
Entonces, agregó, aquí, acuérdense, el cambio significó separar al poder económico del poder político, porque estaban convertidos en un solo poder.
Antes, dijo el mandatario, el gobierno estaba al servicio de una minoría, que eran los que mandaban, por eso no pagaban impuestos las corporaciones, los bancos, y hacían lo que querían. Los sueldos de los trabajadores por los suelos, mandaba un grupo.
Ahora no, ahora es un gobierno para todos, para ricos y para pobres, y se le da la razón al que la tiene, se actúa con justicia. Ese es el cambio.
Luego reiteró que no hay tampoco ninguna pausa con la relación entre los pueblos y ahí está de ejemplo la recepción y desarrollo que han tenido en nuestro país los migrantes españoles.
Indicó que la relación con el gobierno español es abundante.
“Tenemos mucha relación con el gobierno español, para que no se mal interprete, ni modo que la empresa, cualquiera, Iberdrola es el equivalente al pueblo español. Es como si dijéramos que Telmex es México.
Ni siquiera el gobierno de España es el pueblo de español, son cosas distintas para no equivocarnos”.
Señaló que “las diferencias las tenemos arriba y además tenemos pruebas de lo que decimos; qué mas prueba puede haber que terminó el gobierno de Calderón, después de que el trato a Iberdrola fue excepcional, que se le entregan subsidios, se le compra la energía a precios elevadísimos, el señor Calderón se va a trabajar como consejero de la empresa, que le pagan”.
Antes, dijo, salían de Pemex y se iban a las empresas privadas, se llevaban información de las exploraciones en Pemex. Lo mismo Zedillo, vende los ferrocarriles y luego se va a trabajar con esas empresas privadas.
“No hay ninguna otra acción, hay una relación económica, comercial, una relación social, cultural, turística, es nada más apuntar este caso, porque ahora también que se sepa, con la reforma eléctrica pues son los de Iberdrola los que están haciendo lobby en contra, junto con sus socios o cómplices en México”.