El Plan de Justicia para Cananea dejó fuera la solución del principal conflicto de ese municipio, que es la huelga de los mineros, la cual está por cumplir 15 años, y “más parece que fue creado para encubrir la responsabilidad de la empresa Grupo México en la violación del contrato colectivo de los trabajadores, así como la pobreza y contaminación en esa región donde opera una de las principales minas de cobre del país, advirtió el senador de Morena Napoleón Gómez Urrutia.
El también líder del sindicato minero resaltó que es importante el llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador a resolver el conflicto, a través del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y lo principal ahora es que se siente a negociar al dueño de Grupo México, Germán Larrea.
“Aunque triangulemos, no me importa, si Larrea no quiere negociar con el sindicato, que lo haga directamente con la Secretaría de Gobernación, pero que haya una pronta solución, porque a nadie le conviene mantener un conflicto de esta naturaleza, abierto desde hace casi 15 años y que se pretenda marginar e ignorar a los mineros en huelga”.
Entrevistado en el Senado, comentó que “le están dando una salida muy fácil, muy barata, a Grupo México con ese Plan de Justicia para Cananea, ya que el gobierno federal erogará 300 millones de pesos y los otros 300 el consorcio de Larrea, “cifra insignificante para remediar los males que ha provocado a los trabajadores, la población y el medio ambiente”.
Además, recalcó, el plan es para apoyar a los trabajadores retirados, crear clínicas del IMSS, que nunca existieron en Cananea, y remodelar la ciudad sonorense, pero a los mineros en huelga se les margina e ignora.
El senador recordó que, en la puesta en marcha de ese plan, la Secretaría del Trabajo, que organizó el evento, no invitó a la dirigencia de la Sección 65 ni al sindicato nacional.
Pareciera, resaltó, que quieren desviar la atención del movimiento de los trabajadores de Cananea y la responsabilidad de Grupo México, que los despojó de su empleo, su contrato colectivo, que en contubernio con el gobierno de Felipe Calderón y el de Peña Nieto los reprimió.
Gómez Urrutia destacó que los mineros de Cananea y sus familias están desesperados, pero dispuestos a seguir en la lucha y esperan un cambio en el gobierno del presidente López Obrador. Que se resuelva realmente el problema y de fondo, sin simulaciones de Grupo México ni de ninguna autoridad.
A los mineros, señaló, les preocupa que Grupo México quede siempre impune. En el caso de Pasta de Conchos, donde murieron 65 trabajadores, que siguen sepultados dentro de la mina de carbón, en un accidente provocado por las pésimas condiciones de seguridad, es el Estado mexicano, a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el que ha asumido el rescate de los cuerpos y una compensación para las viudas.
“Lo mismo con los derrames tóxicos en el río Sonora y en Guaymas, y con las huelgas en Sombrerete, Zacatecas, y en Taxco, Guerrero, Larrea sigue intocable, a pesar del mundo de contaminación y destrucción que deja atrás y, pese a todo, avanza a nuevos proyectos, va hacia el Tren Maya, así como el canal interoceánico, eso es preocupante”.