Ottawa. La protesta liderada por camioneros contra las restricciones anticovid-19 en Canadá se amplió ayer con el bloqueo a un tercer paso fronterizo con Estados Unidos y ha alentado movimientos similares en países como Francia, Bélgica y Nueva Zelanda.
Washington pidió a Ottawa usar los “poderes federales” para levantar los tapones a la frontera común y ofreció su “ayuda plena”, informaron ayer fuentes de la Casa Blanca. El gobierno de Joe Biden precisó que varios ministros estadunidenses están en contacto regular con sus homólogos canadienses, y aseguró que la administración está “movilizada las 24 horas para poner fin” a la crisis.
El llamado Convoy de la Libertad comenzó en enero en el oeste canadiense, impulsado por conductores de vehículos de carga que rechazan la vacunación obligatoria o ser examinados en filtros sanitarios para atravesar hacia Estados Unidos.
Después, el movimiento derivó en una protesta más amplia contra todas las medidas de salud anticovid y, en algunos sectores, contra el gobierno del primer ministro, Justin Trudeau. Ayer todavía quedaban unos 400 vehículos frente de las oficinas del gobernante.
Cuatro días después del bloqueo del puente Ambassador, que une la provincia de Ontario, en Canadá, con el estado de Detroit, en Estados Unidos, fue taponado el acceso a Emerson, que conecta a Manitoba con Dakota del Norte.
Trudeau reiteró su llamado a poner fin a las manifestaciones. “Es tiempo de que esto termine porque perjudica a los canadienses”, y agregó que trabaja con las provincias en busca de soluciones.
Drew Dilkens, alcalde de Windsor, donde está el puente Ambassa-dor, anunció su intención de “expulsar” a los manifestantes “para permitir el movimiento seguro y eficaz de mercancías,” si un tribunal lo permite. “El perjuicio económico que esta ocupación causa al comercio internacional no puede continuar”, agregó.
Más de 40 mil viajeros, turistas y camioneros que transportan mercancías por un valor de 323 millones de dólares atraviesan a diario el puente Ambassador.
Decenas de cámaras de comercio e industriales de los países involucrados exigieron que se despejen la rutas. El dirigente de la Asociación Canadiense de Fabricantes de Vehículos, Brian Kingston, advirtió que la obstrucción del puente Ambassador “amenaza las frágiles cadenas de suministro que ya estaban bajo presión”.
Las autoridades señalaron que 5 mil trabajadores en Windsor fueron enviados a casa el martes por el bloqueo y que varias plantas de ensamblaje se preparan para cerrar porque no llegaban los suministros.
La protesta de camioneros no sólo está siendo un dolor de cabeza en Canadá sino que su ejemplo se expandió a otros países.
En Francia, miles de manifestantes planean converger en París la noche de este viernes, con algunos de ellos dispuestos a trasladarse hacia Bruselas el lunes.
Varios convoyes partieron a la capital después de salir de ciudades francesas como Niza, Bayona o Perpiñán.
La prefectura de policía de París anunció que aplicará “un dispositivo específico” de viernes a lunes “para impedir el bloqueo” de la capital francesa, destacando que regirá la prohibición de que los convoyes. Para ello, dispuso el despliegue de fuerzas en autopistas y carreteras, y advirtió que serán multados o arrestados quienes intenten obstruir vías públicas.
La alcaldía de Bruselas prohibió oficialmente ayer la manifestación también llamada Convoy de la Libertad, al igual que la protesta canadiense, prevista para el fin de semana con un bloqueo en la ciudad.
En el centro de Wellington, hubo ayer enfrentamientos entre la policía y manifestantes antivacunas frente al Parlamento neozelandés, que terminaron con 120 detenidos. El jefe de la policía, Corrie Parnell, indicó que los arrestados están acusados de violar la propiedad y obstruir las labores de las fuerzas de seguridad.