Londres. La policía londinense interrogará al menos a 50 personas en el marco de su investigación sobre las fiestas en Downing Street durante los confinamientos, anunció ayer Scotland Yard; además, se publicó una nueva foto comprometedora para el primer ministro, Boris Johnson.
El escándalo de las celebraciones, conocido en el país como Partygate, tiene desde hace semanas al líder conservador en la cuerda floja, ya que varios diputados de su partido han pedido su dimisión y están intentando una moción de censura interna, pese a que él niega haber infringido las reglas.
Durante su viaje a Bruselas ayer, para entrevistarse con responsables de la Organización del Tratado del Atlántico Norte sobre la crisis ruso-ucrania, se le preguntó si dimitiría de ser multado por la policía, pero Johnson se limitó a contestar: “ese proceso debe completarse, estoy deseando que concluya, y ese será el momento de decir más al respecto”.
Scotland Yard “enviará cuestionarios formales a más de 50 personas”, principalmente por correo electrónico, informó la autoridad en un comunicado, subrayando que estos tendrán “carácter legal” y deberán ser contestados “con veracidad” en siete días.
La prensa británica especula con la posibilidad de que Johnson asistiese a alguno de los 12 eventos, repartidos en ocho fechas de 2020 y 2021, que están siendo investigados.
Imagen del premier Boris Johnson con champán
El anuncio del avance de la pesquisa sucede un día después de que el diario sensacionalista Daily Mirror publicó una nueva foto en que se ve al primer ministro participando en un concurso en línea el 15 de diciembre de 2020, flanqueado por dos ayudantes, uno de ellos con una guirnalda al cuello, y una botella de champán abierta sobre la mesa.
La policía afirmó que estudiará si incluye ahora esta nueva imagen y el encuentro al que alude esta prueba en la carpeta de indagatorias.
El opositor Partido Laborista también pidió a Scotland Yard que indague sobre otro escándalo en torno al controvertido mandatario: el de la lujosa renovación de su apartamento oficial de Downing Street, financiada en parte por un donante del Partido Conservador.
Los laboristas creen que existe una “sospecha razonable” de que Johnson infringió las leyes anticorrupción.
“Estas acusaciones son categóricamente falsas y una clara tergiversación de los hechos”, afirmó un portavoz de Downing Street.