Chilpancingo, Gro., Mario Zamora Maldonado encabezó la lucha de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) contra la reforma educativa de Enrique Peña Nieto y destacó en la exigencia de la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, de la cual egresó.
La determinación del llamado comandante Gerónimo lo llevó a crear, en 2013, el grupo La Avanzada, que en varias ocasiones se enfrentó con la entonces Policía Federal Preventiva durante las manifestaciones contra dicha ley. José Luis Solís López, conocido como comandante Espartaco en la corporación, reconoció el arrojo del activista.
El pasado 26 de enero Zamora Maldonado fue asesinado presuntamente por el grupo delincuencial Los Ardillos en el poblado de Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo.
Testigos informaron que una de las camionetas blindadas de los pistoleros llegó a unos metros de la base de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), donde se encontraba Zamora Maldonado con tres de sus compañeros, y lanzó unas granadas; herido, el ex dirigente de la CETEG salió y se enfrentó a los delincuentes, pero cayó en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco.
“Todos murieron por falta de atención médica”, denunció Bruno Plácido Valerio, líder de la UPOEG, quien señaló que las ambulancias llegaron a las nueve de la noche.
Oriundo de Heliodoro Castillo, municipio ubicado en la región de la Sierra, el fallecido dirigente estudió la licenciatura en primaria en la Normal de Ayotzinapa de 1993 a 1997 y fue miembro activo del comité estudiantil.
En 2000 salió de Coahuayutla a Chilpancingo para representar a la Costa Grande en el comité ejecutivo seccional democrático de la CETEG. En 2004 regresó al municipio. En 2006 fue nombrado secretario general delegacional y participó al frente de la delegación sindical en contra de la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado en la Ciudad de México.
En 2010, por segunda ocasión fue designado integrante del comité seccional democrático de la CETEG, de la que fue secretario de organización, y para 2013, el Acuerdo por la Calidad de la Educación se elevó a propuesta de reforma educativa, proceso en el que Mario Zamora intervino.
De 2013 a 2016 la CETEG realizó movilizaciones con más de 50 mil maestros.
Casi al mismo tiempo, grupos de la delincuencia ganaban terreno en Guerrero y en este escenario Mario Zamora se incorporó a la UPOEG en Buenavista de la Salud, donde radicaba con su familia, luego de que una de sus hijas estuvo a punto de ser secuestrada por el grupo Los Rojos, que operaba en El Ocotito.
En 2014, el entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) hizo circular la versión de que Mario Zamora formaba parte del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente. Siempre se declaró admirador del extinto guerrillero Lucio Cabañas Barrientos y de Ernesto Che Guevara.
Sobre su asesinato, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan señaló: “Se observa un endurecimiento contra la protesta social por parte del gobierno federal; se observa que están ganando espacio los sectores duros, los más proclives a la represión”.