Durante 2021 el abasto de medicamentos fue de 67 por ciento en centros de salud y de 63 por ciento en hospitales comunitarios, reconoció Juan Antonio Ferrer, director del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). Lo que más faltó fue metformina, para el tratamiento de diabetes; losartán, para hipertensión, y analgésicos, entre ellos, paracetamol, ácido acetil salicílico e ibuprofeno.
Es la primera vez que el funcionario admite las carencias y aseguró que en esos lugares, el problema se resolverá en esta semana con el apoyo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Durante una sesión conjunta de la Academia Mexicana de Cirugía y la Secretaría de Salud (Ssa), Ferrer comentó sobre las 327 obras inconclusas que fueron heredadas por administraciones pasadas. Señaló que 153 ya están terminadas (43 hospitales y 110 centros de salud), de las cuales 130 ya están en operación.
Del resto, 106 están suspendidas, 50 en proceso y 18 se dieron de baja de manera definitiva por factores diversos, como fallas estructurales en las construcciones, por ejemplo.
Explicó que entre las obras concluidas, 39 se destinaron a la atención de personas con covid-19; la Secretaría de la Defensa Nacional colaboró en la terminación de 32.
También anunció a los académicos que este año el Insabi realizará la contratación de 11 mil 12 trabajadores de salud, de los cuales4 mil 646 serán médicos y 6 mil 366 plazas de enfermería. El proceso inició en diciembre y concluirá en julio próximo. Antes, comentó que a escala nacional hacen falta11 mil 847 personas en el sector salud(4 mil 869 médicos y 6 mil 978 en enfermería).
En la sesión con la AMC que preside el doctor Felipe Cruz Vega, con el tema Respuesta y perspectivas de la pandemia de covid-19 en México, y en la que también participaron el secretario de Salud, Jorge Alcocer; el subsecretario Hugo López-Gatell y el titular de la Unidad de Educación e Investigación del IMSS, Víctor Hugo Borja, el director del Insabi resaltó que a partir de 2019 ha aumentado la inversión pública en salud. En 2020 se ubicó en 2.5 por ciento del producto interno bruto. “Es el mayor incremento en una década”.
La Ley General de Salud establece que el presupuesto del sector debe aumentar con base en la inflación, pero eso no ocurrió así en los 10 años anteriores a la actual administración, cuando las asignaciones presupuestales oscilaron entre 2.1 y 2.2 por ciento del PIB, sostuvo.
Ahora, con el plan para la federalización de los servicios, la meta del gobierno federal es lograr que la atención médica del primer y segundo nivel sea homogéneo y de alta calidad, con base en el modelo de operación del programa IMSS Bienestar.
En ese sentido, el Insabi tiene varias tareas, como asegurar que no falte personal en las unidades médicas y para eso serán las contrataciones. También se hace cargo de las compras de fármacos e insumos para la prestación de servicios, del mejoramiento de la infraestructura y la regularización de las condiciones laborales de los empleados del sector.