Ciudad de México. Los cancilleres de México y España, Marcelo Ebrard Casaubón y José Manuel Albares, respectivamente, tuvieron una comunicación telefónica la noche de ayer en la que hablaron sobre las declaraciones del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien propuso hacer una “pausa” en la relación entre ambos países.
Horas antes de volar a la ciudad de Brest, en Francia, para participar en una cumbre sobre océanos, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dialogó con su homólogo español sobre el tema, confirmaron fuentes diplomáticas. Sin embargo, no ahondaron en detalles sobre la conversación.
Las palabras del presidente mexicano tuvieron impacto inmediato en la nación ibérica. Ayer mismo, el ministro español de Asuntos Exteriores hizo una primera declaración en la que mostró su “sorpresa” por el planteamiento de López Obrador y solicitó una “aclaración” ante lo que calificó de “declaraciones verbales súbitas”.
El canciller Albares también advirtió que el gobierno de España presidido por Pedro Sánchez, defenderá los intereses de su nación ante cualquier circunstancia o país.
El funcionario español también se dijo sorprendido ante las afirmaciones del mandatario, sobre todo porque hace dos semanas, el 27 de enero, coincidió en Tegucigalpa, Honduras, con Ebrard, en el marco de la toma de posesión como presidenta de ese país de Xiomara Castro.
El propio canciller mexicano subió a redes sociales una fotografía en la que aparece saludando fraternalmente a Albares aquel día, la cual acompañó con el siguiente mensaje: “Agradezco al Ministro de Asuntos Exteriores de España sus buenos oficios y simpatías por México”.
Ese mismo 27 de enero, el gobierno español dio su beneplácito a Quirino Ordaz como embajador de México ante el Reino de España, lo que un día después Ebrard dio a conocer.
Hoy, en un comunicado oficial, el gobierno español rechazó “tajantemente las descalificaciones realizadas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en los últimos días contra España y las empresas españolas”.
En su conferencia matutina de ayer, el presidente López Obrador propuso hacer una “pausa” en la relación México-España, al menos hasta el final de su sexenio, por considerar que empresas de aquella nación han actuado de manera ventajosa al amparo del poder político.
Las relaciones entre los dos países se tornaron tensas luego que el mandatario mexicano envió en marzo de 2019 sendas cartas al rey español, Felipe VI, y al papa Francisco, solicitando que pidieran públicamente perdón a los pueblos originarios de México por los abusos cometidos durante la Conquista del país, hace más de 500 años.
La reacción ha fue diferente: España censuró que López Obrador haya hecho público el contenido de su misiva, el cual rechazó “con toda firmeza” y se ha negado repetidamente a acogerse a un acto de revisionismo histórico y pedir perdón.
En tanto que el papa Francisco, el septiembre de 2021 –justo en el 200 aniversario de la consumación de la Independencia de México— dio a conocer una carta de disculpas al pueblo mexicano “por todos los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización” durante la Conquista y etapa colonial en lo que hoy es la República Mexicana.