Nueva York. Los precios del petróleo terminaron con una ligera alza este jueves, entre el optimismo por un acuerdo sobre el programa nuclear de Irán y los temores por el endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos.
La mezcla mexicana de exportación sumó 16 centavos para cerrar en 84.12 dólares el barril, de acuerdo con el precio publicado por Petróleos Mexicanos (Pemex).
El referencial estadunidense West Texas Intermediate (WTI) avanzó 22 centavos y concluyó en 89.88 dólares el barril, en cambio el referente europero Brent retrocedió 14 centavos para finalizar a 91.41 dólares.
La robusta recuperación de la demanda tras el impacto de la pandemia del coronavirus ha mantenido ajustados los suministros globales de petróleo, con inventarios en centros globales clave cerca de mínimos de varios años.
El mercado aun digería la baja sorpresiva, anunciada el miércoles, de las reservas comerciales estadunidenses de crudo y de gasolina la semana pasada.
Los inventarios de crudo de Estados Unidos cayeron en 4.8 millones de barriles en la semana al 4 de febrero, a un total de 410.4 millones de barriles –los menores inventarios comerciales del país desde octubre de 2018–, dijo la Administración de Información de Energía (EIA). Analistas consultados por Reuters habían previsto un aumento de 369 mil barriles.
Para Carsten Fritsch, analista de Commerzbank, el hecho de que el mercado no haya reaccionado más al anuncio “está ligado probablemente a los esfuerzos del gobierno estadounidense para contrarrestar el alza de precios”, explicó en una nota.
Por otro lado, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) dijo el jueves que había potencial alcista en su pronóstico ya sólido para la demanda mundial de petróleo en 2022, ya que la economía mundial registra una fuerte recuperación de la pandemia de coronavirus y sectores como el turismo se benefician.
En otro frente, las negociaciones sobre el programa nuclear iraní reiniciaron esta semana. Un acuerdo podría levantar las sanciones de Estados Unidos sobre el petróleo iraní, lo que podría agregar suministro de crudo a los mercados y aliviar la escasez de oferta mundial.
El mercado también estuvo atento a la publicación del índice de inflación en Estados Unidos, que en enero llegó a 7.5 por ciento anual, su nivel más alto en 40 años, y superior al pronóstico de 7.2 por ciento esperado por analistas.
La elevada inflación apunta hacia un endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos, lo que impulsaría al dólar y ello aumentaría el riesgo de una fuerte desaceleración económica, incluso de una recesión, dos elementos desfavorables a los precios del oro negro, explica Stephen Schork, citado por Afp.