La Habana., El Festival de San Remo Music Awards en La Habana sigue en pie, pese al “lamentable complot” de artistas que cancelaron su participación, alegando que no sabían que estaban siendo contratados por el gobierno de la isla, como el español Alex Ubago y el mexicano Kalimba.

Los organizadores de la actividad, que se llevará a cabo del 5 al 10 de abril, dijeron que en los próximos días difundirán una lista con los participantes y con los que decidieron no asistir.

El San Remo Music Awards de Cuba, primera edición latinoamericana de esta franquicia, generó polémica los últimos días cuando algunos invitados anunciaron su retiro, con el argumento de que creían ser contratados por un promotor musical y no por el gobierno de Cuba.

“Estamos enfrentando todo un intento de boicot lamentable desde todo un equipo articulado de personas que hemos llamado odiadores”, dijo en conferencia de prensa el vocero del Ministerio de Cultura, Alexis Triana.

Igual que con este festival, a finales de 2021 la 14 Bienal de La Habana también afrontó la renuncia de varios artistas en protesta por los detenidos en las históricas manifestaciones del 11 de julio en Cuba. “En todo momento creíamos que estábamos siendo contratados por un promotor, pero en realidad estábamos siendo contratado por el régimen; hemos decidido no realizar esta actuación”, dijo Ubago en su cuenta de Twitter.

“Jamás apoyaré una dictadura; siempre estaré a favor de la libertad”, indicó en su mensaje el español.

Kalimba afirmó que optar por esa medida “le había costado en el alma, en el corazón” porque uno de sus sueños más grandes era cantar en la tierra de su padre.

“Pero nada me cuesta más que ver a mis hermanos cubanos sufrir como lo están haciendo”, señaló en un video grabado y difundido en redes.

A su vez, el músico cubano Jorge Luis Robaina, cuyo nombre artístico es Jorgito Karamba y promotor de la actividad, lamentó la decisión de Kalimba y señaló que los organizadores le tenían reservado un concierto en el Malecón de La Habana.

Sin embargo, se mostró comprensivo con quienes decidieron no asistir. “Entiendo la presión a que han sido sometidos. No todo el mundo soporta esa presión de grandes artistas” que los han llamado para pedirles que no concurran, resaltó.

Franquicia italiana

El festival, que tendrá como eje central la música y está previsto para abril, espera fomentar las relaciones entre esa nación caribeña e Italia, desarrollar un desfile de moda, una feria de negocios y una exhibición culinaria. Es una franquicia inspirada en el antiguo Festival de San Remo de la Canción Italiana, certamen organizado desde los años 50 y que en los 70 alcanzó fama internacional cuando lanzó al mundo a artistas como Laura Pausini, Andrea Bocelli o Eros Ramazzotti.

El certamen cubano fue pospuesto el año pasado debido a la pandemia de covid-19, pero en las últimas semanas acaparó la atención no sólo desde la dimensión cultural, sino también política, luego de que grupos de opositores al gobierno –algunos desde fuera de la isla– llevaron a cabo una campaña llamando a los artistas a no participar. Al menos tres cantantes y una agrupación de pop cancelaron su presencia.

En este festival competirán talentos isleños acompañados de galas con invitados italianos y conciertos populares en la céntrica calle conocida por los habaneros como Galeano, pero que en realidad se llama avenida Italia.

El creador de la franquicia es el artista y promotor Nicola Convertino y el acceso será gratuito para Cuba, dijeron Karamba y otros directivos.

Según la representante de la disquera cubana Egrem –una de las instituciones organizadoras– hubo 800 artistas que presentaron una propuesta y luego de una preselección se decidió que habrá 16 concursantes de todo el país.

Por ahora la actriz y cantante italiana Denise Faro, los españoles Alex Ubago y Carlos Torres, el duo Andy & Lucas y el mexicano Kalimba anunciaron que cancelan su presencia por pedido de activistas opositores. Algunos se justificaron diciendo que tenían previstos conciertos en Estados Unidos.

La Habana acusó a grupos de interés alentados o financiados desde ese país de lanzar campañas de desprestigio contra la isla, en el contexto de una política de sanciones con el fin de presionar un cambio de modelo.