Alrededor de mil 500 conductores que se dedican al transporte de pasajeros por medio de aplicaciones como Uber y Didi, se adhirieron a la organización Taxistas Unidos por México (TUM) “para dar pelea a las transnacionales, porque aparte de la carga fiscal que tienen, les quitan 40 por ciento de cada servicio”.
Dirigentes de la agrupación informaron lo anterior durante la marcha que realizaron ayer del Monumento a la Revolución al Zócalo.
De acuerdo con Jesús Maqueda, uno de los voceros, choferes de estos servicios “están viendo en dónde se pueden apoyar y levantar la voz porque padecen injusticias”.
Indicó que también se quejan de impuestos excesivos y el acoso de verificadores que les argumentan que su servicio no está regulado por no estar registrados ante la Secretaría de Movilidad, a pesar de que pagan IVA e ISR.
Más tarde, en el Zócalo, Agustín González, dirigente de la TUM, planteó los problemas a los que se enfrenta el gremio. Expuso que las tarifas para los taxis datan “del 3 de abril de 2013, cuando en la Gaceta Oficial se publicó el aumento de tarifa de $7.88 a $8.74 en el banderazo y un brinco de $1.07”.
Aunado a eso, el ingreso a nuestro país de aplicaciones extranjeras hace seis años se ha convertido en una competencia desleal.
Expuso que “los gasolinazos de cada año han multiplicado geométricamente el costo del combustible y las refacciones e insumos han aumentado 300 por ciento”.
Agregó que la pandemia ha reducido las actividades hasta en 80 por ciento, por lo que exigió un ajuste a las tarifas en el servicio de transporte individual y colectivo de pasajeros.