El nuevo marco curricular y los planes de estudio 2022 para la educación básica proponen, entre otras modificaciones, pasar de la impartición de asignaturas, que “propician fragmentación de la enseñanza y el aprendizaje”, hacia un modelo organizado por cuatro “campos formativos” que se usarán en todos los niveles escolares: lenguajes; saberes y pensamiento científico; ética, naturaleza y sociedad, y de lo humano y lo comunitario.
El documento elaborado por la Dirección General de Desarrollo Curricular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) señala que no se afectará a los maestros contratados por asignatura. Sin embargo, no especifica cómo se concretará este cambio en las aulas.
Los cuatro campos formativos buscan fortalecer una perspectiva interdisciplinaria que permita la “reorganización de los contenidos”, así como la generación de un “currículo flexible, dinámico, situado, adaptando los contenidos académicos a la realidad inmediata de los estudiantes”.
La SEP agrega que como parte de la “transformación curricular” se transitará de grados escolares a seis “fases de aprendizaje”, a fin de fortalecer los procesos cognitivos de los alumnos: la primera es la educación inicial, le sigue prescolar y la tercera correspondería a primero y segundo grados de primaria. El tercero y cuarto grados ocupan la cuarta etapa; le siguen quinto y sexto grado, mientras la sexta fase integra los tres grados de secundaria.