Ciudad de México. A principios de los setenta, en preparación de la visita del presidente Luis Echeverría a China, el gobierno mexicano cerró la última oficina de la Liga Antichina Mexicana, ubicada en Tapachula, Chiapas.
Cincuenta años después, el embajador chino en nuestro país, Zhu Qingqiao, hace un recuento de la relación y destaca un hecho: la petición de perdón de México, en palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador, por la masacre de Torreón, ocurrida en 1911.
Con esos dos referentes históricos, el diplomático citó a Benito Juárez y a los actuales presidentes de ambas naciones, para decir que para México y China “el concepto común de beneficiar al pueblo se ha convertido en una fuerza continua para el desarrollo continuo y profundo de las relaciones bilaterales”.
Esa “fuerza continua” se expresa en cifras que el propio embajador ofreció: a lo largo de 50 años, el comercio bilateral “se ha extendido más de 4 mil 700 veces” y 70 por ciento de las exportaciones de China a México “son productos intermedios que luego son procesados por el lado mexicano y exportados a otras regiones”.
Al igual que su homólogo mexicano Jesús Seade, el diplomático chino destacó la colaboración entre ambos países en el combate a la pandemia de covid-19.
Ambos diplomáticos hablaron en el marco de un seminario organizado por el Colegio de México, para conmemorar los 50 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestro país y la nación asiática.
Silvia Giorguli, presidenta del Colmex, dijo que la institución fue visionaria, pues comenzó a estudiar al país asiático antes de la apertura de relaciones diplomáticas. Giorguli también hizo un recuento de las investigaciones, publicaciones y encuentros que ha propiciado el estudio de China, que sigue siendo un “campo fértil”.