La relación trilateral de América del Norte estuvo “en un cajón guardada” durante la administración de Donald Trump al frente de la Casa Blanca, pero debido al esfuerzo de las tres naciones, hoy se ha retomado una visión común en varios campos, uno de ellos el impulso de las energías renovables, aseveró el canciller Marcelo Ebrard.
“Lo más relevante que sucedió en la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN) es que se recuperó una visión de América del Norte, porque estaba en un cajón guardada. En cinco años nadie se reunió, no se hablaba. Era un diálogo muy defensivo, era decir qué impuesto te pongo, qué arancel te pongo, qué te quito, qué te pongo. En fin”, apuntó.
Al instalar ayer el grupo de trabajo México-Estados Unidos para la electrificación del transporte, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) destacó la transición a vehículos de cero emisiones.
En el acto –realizado en la sede de la cancillería y donde estuvieron representantes del sector automotriz– se subrayó la relevancia para México de esa industria, la segunda más importante, pues produce 3 por ciento del PIB y representa 18 por ciento de la producción manufacturera, además que genera 2 millones de empleos directos e indirectos.
Ebrard dijo que uno de los acuerdos en la reciente CLAN –realizada en noviembre pasado en Washington–, fue que los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, respectivamente, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, coincidieron en la necesidad de que en poco tiempo la región alcance una mayor electromovilidad.
Para ello, cada país trabaja en su propia hoja de ruta y una vez que éstas se concreten, sincronizarlas en una política común en la materia, de lo contrario “no va a funcionar”.
El grupo de trabajo es una iniciativa de alto nivel desarrollada en conjunto por la SRE y la Universidad de California. Contará con la participación de actores “de primer orden” en tres sectores: gubernamental, industrial y académico, tanto de México como de Estados Unidos.
Su propósito es generar soluciones para garantizar la transición coordinada hacia la electromovilidad desde una perspectiva estratégica, que incluye trabajo intersectorial y de triple hélice en cinco ejes temáticos: innovación, capital humano, desarrollo de proveedores, desarrollo de infraestructura y estructuras de gobernanza.
Isabel Studer, directora de la Alianza México de la Universidad de California, indicó que Norteamérica debe apresurar el paso para la transición hacia vehículos eléctricos, pues ésta es una tendencia mundial inevitable. “Hay mucho por hacer para que la región apresure el paso y esté a la altura de competidores como China o varios países europeos que ya llevan la delantera”.