Nueva York. Dos senadores con amplia influencia en la política exterior hacia América Latina promueven un proyecto de ley para ampliar el “compromiso” de Estados Unidos ante el efecto “desestabilizador” de regímenes “autoritarios” y organizaciones criminales como las “actividades malignas” de China y Rusia, todo lo cual consideran como riesgos para la “seguridad nacional” de Estados Unidos.
El senador demócrata Bob Menendez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores y Marco Rubio, el republicano de mayor rango en el Subcomité sobre el Hemisferio Occidental, presentaron su proyecto Ley de Estrategia de Seguridad del Hemisferio Occidental de 2022 en la cámara alta esta semana, en el cual proponen aumentar la participación de Washington en la región para enfrentar los mayores riesgos a los “intereses” y seguridad “nacional” estadunidenses, entre los cuales identifican a regímenes “autoritarios”, la creciente presencia de China y Rusia en la región y el crimen organizado trasnacional.
Con aparente nostalgia de la guerra fría y hasta de la Doctrina Monroe, los dos senadores cubanoestadunidenses presentaron su proyecto como la manera de contrarrestar la influencia de poderes extra hemisféricos como también a gobiernos que consideran hostiles a sus “intereses”, a lo cuales los tachan de “autoritarios”.
“Las democracias del hemisferio occidental tenemos aguante y estamos unidas para enfrentar los retos de seguridad producidos por el impacto desestabilizador de las dictaduras y la influencia maligna de países extranjeros”, afirmó Menendez (con esa curiosa referencia a “países extranjeros”, como si el suyo no lo fuera en la región).
Agregó: “este proyecto de ley reconoce la importancia geopolítica de América Latina y el Caribe y garantiza que el Secretario de Estado y el Secretario de Defensa se comprometan con nuestros aliados en la región para promover los intereses nacionales de Estados Unidos”.
Su colega republicano afirmó que “no hay mayor amenaza en nuestra región que la creciente intromisión de Rusia y China en Latinoamérica y el Caribe”. Agregó que “este proyecto de ley bipartidista busca fomentar y mejorar nuestra cooperación de seguridad con las democracias en nuestro hemisferio, así como facilitar el comercio para disuadir a actores malignos de coaccionar a los países en nuestro propio hemisferio”.
El proyecto de ley plantea que Washington “debe expandir su compromiso en el hemisferio occidental” y propone ampliar apoyo en varios rubros a través del Departamento de Estado y el Departamento de Defensa, desde esfuerzos de seguridad pública y militar -por ejemplo, ampliar los ejercicios de capacitación militar en la región- a la lucha contra organizaciones criminales trasnacionales, el apoyo de la democracia y los derechos humanos, como también “responder, si es necesario, a amenazas regionales y amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos”.
El proyecto afirma que “la influencia dañina y maligna en América Latina y el Caribe” de los gobiernos de China y Rusia “presentan riesgos” a los pueblos de la región y a “los intereses nacionales de Estados Unidos”.
Por ahora, el proyecto se ha introducido en la cámara alta y esté pendiente ante el Comité de Relaciones Exteriores. No hay calendario para su proceso de aprobación en ninguna de las dos cámaras.