Berlín. La contaminación por plástico en el mar está alcanzando niveles preocupantes y seguirá creciendo incluso si se toman medidas significativas ahora para evitar que esos desechos lleguen a los océanos, según una revisión de cientos de estudios académicos.
La revisión del Instituto Alfred Wegener de Alemania, que realiza investigaciones en el Ártico, el Antártico y los océanos de latitudes altas y medias examinó casi 2 mil 600 trabajos de investigación sobre el tema para ofrecer una visión general antes de una reunión de Naciones Unidas a finales de este mes.
“Lo encontramos en las fosas oceánicas más profundas, en la superficie del mar y en el hielo marino del Ártico”, sostuvo la bióloga Melanie Bergmann, coautora del estudio, que se publicó ayer.
Algunas regiones, como el Mediterráneo, el este de China y los mares Amarillos, ya contienen niveles peligrosos de plástico, mientras otras corren el riesgo de contaminarse cada vez más en el futuro, descubrió. Los autores concluyeron que casi todas las especies del océano se han visto afectadas por la contaminación plástica y que está dañando ecosistemas importantes como los arrecifes de coral y los manglares.
A medida que el plástico se descompone en pedazos cada vez más pequeños, también ingresa a la cadena alimentaria marina y es ingerido por todos, desde ballenas hasta tortugas y plancton diminuto.
Sacar ese plástico del agua nuevamente es casi imposible, por lo que los formuladores de políticas deberían concentrarse en evitar que más de ese material ingrese a los océanos en primer lugar, destacó Bergmann.
Algunos de los estudios mostraron que incluso si esto sucediera, la cantidad de microplásticos marinos seguiría aumentando durante décadas, precisó.
Matthew MacLeod, profesor de ciencias ambientales en la Universidad de Estocolmo que no participó en el informe, señaló que parecía ser una revisión sólida de los estudios existentes, centrada en los efectos de la contaminación plástica.
“La parte sobre la que se puede (y se discutirá) es si hay suficiente evidencia para justificar una acción agresiva (como la que se defiende en este informe) que ciertamente interrumpirá las prácticas actuales de producción, uso y eliminación de plástico”, destacó.
MacLeod participó recientemente en un estudio separado que también concluyó que se requieren medidas inmediatas debido a los posibles impactos globales.
Heike Vesper, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), dijo que si bien los consumidores pueden ayudar a reducir la contaminación plástica cambiando su comportamiento, los gobiernos deben intensificar y compartir la carga de abordar el problema.
“Lo que necesitamos son buenas políticas”, añadió, anticipando la próxima reunión ambiental de la ONU en Nairobi. “Es un problema global y necesitan soluciones globales”.