La secretaria de Salud, Oliva López Arellano, consideró que el debate y la crítica hacia una política pública son bienvenidos, pero en el caso del uso de la ivermectina en pacientes con covid-19 se distorsionó una discusión científica de manera totalmente desbocada en redes sociales.
En entrevista con este diario, la funcionaria indicó que tras el retiro del artículo La ivermectina y las probabilidades de hospitalización por covid-19: evidencia de un análisis cuasi-experimental basado en un intervención pública en la Ciudad de México de la plataforma SocArXiv, se alentó el ruido y se perdió de vista lo esencial: que se trató de una estrategia integral, segura y con seguimiento médico sin reportes de ninguna reacción adversa entre las 196 mil personas a las que se les suministró el medicamento.
“Tenemos una experiencia exitosa, no sólo en términos de detección temprana y de acceso masivo a evaluación médica, en un (año) 2020 sin medicamentos específicos y en medio de una ola feroz y crítica en término de contagios”, expuso, al señalar que desde entonces había polémica sobre su uso, pues un grupo de científicos del mundo decía que tenía cierta utilidad y otro que no, pero con el consenso de que el riesgo era nulo.
Aseveró que más allá del nombre del artículo, es una compilación de datos en los que no se requiere permiso de los que participan, porque se trata de un análisis estadístico retrospectivo de cómo se comportó el tratamiento utilizado. “Es como si dijeran que necesitamos tener la autorización de todos los que participan en el reporte diario de covid”, ejemplificó.
Consideró que la discusión del documento no se puede dirimir en redes sociales porque es un debate entre expertos en epidemiología, en estadística, en modelaje matemático. “Y lo que se hace en estos debates científicos, que son el pan de cada día, es que un grupo de investigadores rebate los resultados, manda cartas al editor, dice que ese diseño no es correcto, que tiene limitaciones, que está sesgado, y los otros se defienden, se polemiza y así avanza la ciencia”.
“En general, de los artículos que uno manda, por cada uno que se acepta otro se rechaza”, expuso.
Sin embargo, comentó que lo que se vio en redes sociales es una distorsión desbordada, al difundirse que se experimentó con la población con un medicamento no aprobado y para animales, lo que no es cierto, pues el fármaco “es presentación para humano, es muy seguro, está aprobado por la Cofepris” y se aplicó en otras entidades de México y en distintos países con la evidencia científica que existía entonces.
Dijo que la ivermectina es un medicamento que forma parte de otros que se conocen como fármacos huérfanos, que no son atractivos para la industria farmaceútica porque son patentes liberadas y además son baratos, por lo que no se hacen ensayos clínicos como se hizo para otras cosas.
Refirió que la Organización Mundial de la Salud y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos desaconsejan su uso, pero no lo prohíben; en el primer caso, porque se requiere de más evidencia de su utilidad, y en el segundo, porque en ese país hubo automedicación con la presentación veterinaria.
La secretaria explicó que en la ciudad se dejó de repartir el kit médico con la ivermectina en septiembre de 2021, pero hay médicos privados y de algunos centros de salud que aún la prescriben, pero lo que “estamos haciendo es dar capacitación para apegarnos a los lineamientos de las autoridades de salud federales”.