Chilpancingo, Gro., El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, consideró que se debe investigar al Ejército mexicano y a los grupos de poder que en distintos momentos se han infiltrado en la Normal de Ayotzinapa para desvirtuar su movimiento.
Con estos dichos, Barrera respondió al señalamiento que hizo ayer por la mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien afirmó que existe la presunción de que delincuentes organizados infiltraron a los normalistas.
El viernes pasado, efectivos de la Guardia Nacional y de la policía estatal se enfrentaron durante casi una hora con normalistas en la caseta de peaje de Palo Blanco, sobre la Autopista del Sol.
Vía telefónica, Abel Barrera declaró que existe un doble discurso del mandatario, que por un lado señaló que se investiga a los alumnos y por otro invita a dialogar. “Lo más importante es que no se criminalice la lucha de los jóvenes, y ante todo se debe tomar en cuenta que se trata de un movimiento estudiantil”, apuntó.
Expuso que hay una tendencia a criminalizar la lucha social “y sobre todo la lucha de las normales públicas, principalmente las que cuentan con internado; tiene que haber una relación de confianza, en este caso entre la Secretaría de Educación Pública y las normales rurales”.
Barrera Hernández recordó que “se ha cultivado una animadversión hacia las normales públicas y rurales del país, y siempre ha sido así; antes decían que eran un nido de guerrilleros, y hoy, con los grupos del narcotráfico, dicen que están infiltrados y los califican de vándalos”.
Acotó que el Ejército mexicano “ha infiltrado a la Normal de Ayotzinapa para dividir, diezmar y cooptar al movimiento, con la finalidad de debilitar su lucha, pero no lo ha logrado”, y ha matriculado “como estudiantes a su personal, usando personas ajenas a la Normal de Ayotzinapa, y lo mismo hacen los grupos de poder”.
Expresó que no es la primera vez que se menciona que los normalistas están infiltrados, “así ha sido desde hace muchos años, siempre con la finalidad de criminalizar la lucha social en Guerrero y el país”.
Planteó que si se quiere investigar lo que sucede en el plantel “primero que se investigue a los grupos de poder y al Ejército mexicano, que han tenido injerencia”.