Nueva York. Los delitos de odio –aquellos crímenes violentos que se cometen contra víctimas por motivos raciales, color, sexualidad, religión u origen nacional– han alcanzado su nivel más alto en más de 12 años y en 2021 se dispararon en 14 de las principales ciudades del país, al mismo tiempo que el proceso de diversidad demográfica de Estados Unidos se está acelerando con la población blanca encaminándose a ser una minoría más en unos 20 años.
El número total de crímenes de odio reportados en 14 ciudades principales del país ascendió a más de 2 mil en 2021, incremento de 46 por ciento. Los Ángeles registró el número más alto de crímenes de odio que cualquier ciudad estadunidense desde 2000, con un incremento de 71 por ciento en 2021, y en Nueva York se reportó un incremento de 96 por ciento comparado con el año anterior, según un análisis preliminar aún por publicarse del Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo de la Universidad Estatal de California reportado por Axios.
La capital Washington, DC es la metrópoli con el mayor número de crímenes de odio pércapita, seguido por Los Ángeles y San Francisco.
Los afroestadunidenses permanecen como el grupo de víctimas más atacado en la mayoría de las ciudades y a nivel nacional. De hecho, la semana pasada por lo menos 17 universidades fundadas para afroestadunidenses recibieron amenazas de bomba, lo cual está bajo una investigación de la FBI al calificarlo de crimen de odio. Entre los sospechosos hay una organización neonazi.
En Nueva York, los crímenes de odio contra judíos fueron los más frecuentes con el número de incidentes disparándose 96 por ciento en 2021 comparado con 2020. Los crímenes de odio contra asiático-estadunidenses se incrementaron 339 por ciento en esas 14 ciudades. Los Ángeles, San Francisco y Nueva York fueron las más afectadas, según el análisis.
El dramático incremento de ataques contra asiáticoestadunidenses es producto del creciente racismo antiasiático promovido por acusaciones de la derecha, incluido Donald Trump, de que la pandemia era culpa de China, señalan agrupaciones de defensa de libertades y derechos civiles. Stop AAPI Hate, organización de defensa de asiáticoestadunidenses, registró por lo menos 10 mil 300 incidentes de odio entre marzo de 2020 y septiembre de 2021. Ocho de cada 10 asiáticoestadunidenses perciben que la violencia en su contra se está incrementando, según un sondeo de Pew Research el año pasado.
El número de crímenes de odio reportados oficialmente a nivel nacional llegó a 7 mil 759 en 2020, el total más alto en 12 años, reportó la FBI. De 2014 a 2020, el número de delitos de odio a nivel nacional se incrementó casi 42 por ciento.
Mientras tanto, fuerzas derechistas, desde Trump y sus aliados, incluidos legisladores federales, insisten en que son ellos, los blancos, quienes son las víctimas de la discriminación racial. Disputan que el país necesite reformas para garantizar la igualdad racial, y rechazan versiones de la historia del racismo de su país.
Surge un futuro multirracial
Pero todo esto se produce en el contexto de un cambio dramático demográfico donde está surgiendo un nuevo Estados Unidos multirracial. La nuevas generaciones son las más diversas por raza, etnia y origen nacional en la historia del país. La mayoría de los estudiantes ingresando a las primarias públicas en Estados Unidos no son blancos.
En varios estados, la población blanca ya no es la mayoría, entre ellos los más grandes como California y Texas (estado en donde casi 60 por ciento de la población es latina, afroestadunidense, asiática e indígena, según el censo nacional, y donde 95 por ciento del crecimiento poblacional en la última década es gracias a gente de color, según el Texas Tribune).
Por primera vez en 230 años del censo, la población que se identifica como blanca no hispana se redujo.
Hace 30 años, 75 por ciento de la población estadunidense se identificaba como blanca. Hoy día, según datos del censo más reciente (2020), sólo 57.8 por ciento se identificó así y cuatro de cada 10 personas se identifican como no blancas.
Hoy día, uno de cada 10 estadunidenses –33 millones– se identifican como multirraciales y este sector, aunque pequeño, es el de mayor crecimiento a nivel nacional ahora y en las próximas décadas, según el censo.
De acuerdo con algunas proyecciones, casi 40 por ciento de los votantes no serán blancos para fines de esta década. Y para 2045 Estados Unidos se volverá un país de minorías, donde los blancos pasarán a ser una minoría más (aunque la más grande).
Más aún, aunque las noticias sobre la violencia racista y antimigrante prevalece, ocho de cada 10 estadunidenses dicen que la presencia de personas de diferentes grupos étnicos, razas y religiones benefician a los lugares donde viven, registra Pew Research Center en sondeos del año pasado. A la vez, una mayoría también reconoce a la discriminacion como un problema serio, junto con conflictos entre diversas comunidades en su país.