Con todo y reforma laboral en materia de outsourcing, en diciembre pasado de nueva cuenta se registró la vieja práctica de cancelar miles y miles de empleos formales registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con el objetivo de que los patrones cómodamente eviten el pago de aguinaldo y otras prestaciones, o, lo que es lo mismo, violen la ley sin que nadie les ponga un pero. Ese mes “desaparecieron” 313 mil plazas, con lo que igual número de familias quedaron sin ingreso ni prestaciones, como ha sucedido desde hace muchos años con o sin pandemia.
Año tras año, los patrones recurren a ese “truco” para no pagar prestaciones de ley a sus empleados y así incrementar sus utilidades. Se suponía que las modificaciones en materia de subcontratación cancelarían –al menos las disminuirían notablemente– dichas prácticas, pero en los hechos, con base en la propia estadística del IMSS, se mantienen intocadas, con el consecuente efecto negativo entre la población trabajadora. Y aquí va la pregunta de siempre: ¿Dónde está la autoridad laboral?
En vía de mientras, el IMSS reporta que al cierre de enero de 2022 “hay 20 millones 762 mil 419 puestos de trabajo, de los que 86.7 por ciento son permanentes y 13.3 por ciento, eventuales”, de tal suerte que se ha superado el número de plazas registrado antes de la pandemia (febrero de 2020, de 20.6 millones).
El organismo detalla que, en el primer mes de 2022, se observó un aumento de 142 mil 271 plazas formales, “la cifra más alta desde que se tiene registro, considerando sólo los meses de enero y equivale a una tasa mensual de 0.7 por ciento. Con ello, en los 12 meses previos a enero se crearon 940 mil 768 puestos, cifra equivalente a una tasa anual de 4.7 por ciento. El incremento es el mayor desde que se lleva la contabilidad”.
Los sectores económicos con mayor crecimiento porcentual anual en puestos de trabajo son transportes y comunicaciones, con 11.3 por ciento; construcción, 7.6 por ciento, y extractivo, 7.3 por ciento. Por entidad federativa, destacan Quintana Roo, Tabasco y Baja California Sur, con aumentos anuales por arriba de 14 por ciento. Otro elemento a considerar es el número de patrones registrados en el IMSS: un millón 54 mil al cierre de enero pasado, una tasa de variación anual positiva de 5.4 por ciento.
Por el lado del ingreso, el instituto detalla que, al cierre del primer mes del año, el salario base de cotización promedio de los afiliados es de 466.8 pesos. “Representa un incremento anual nominal de 8.9 por ciento), el mayor para un mes de enero de los recientes 10 años y, desde enero de2019, el salario base de cotización mantiene registros anuales nominales iguales o superiores a 6 por ciento”.
Pero hay otra cara, la más dramática: el mercado laboral mexicano quedó terriblemente precarizado a lo largo del régimen neoliberal. De acuerdo con el más reciente informe del Inegi (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, nueva edición), “en 2021, 56.5 por ciento de la población ocupada en México tuvo un empleo informal, sin seguridad social y sin contrato, lo que representó un aumento de 0.8 por ciento frente al cierre de 2020. De ese universo, uno de cada tres trabajadores está en la informalidad. La tasa de informalidad laboral pasó de 55.8 por ciento en 2020 a 56.5 en 2021” ( La Jornada, Clara Zepeda).
El Inegi detalla que la desocupación afectó, al cierre de 2021, a 2.1 millones de personas, 3.5 por ciento de la población económicamente activa. “Del crecimiento de la población ocupada, casi 60 por ciento se debe a los resultados de la industria, destacando la construcción. Las manufacturas también tuvieron un desempeño importante, pues el tamaño de su plantilla de asalariados fue de 9.4 millones, cerca de su máximo histórico. Con los resultados de diciembre, el nivel de ocupación es de 1.2 millones de plazas arriba de lo reportado en marzo de 2020, un mes antes de la reducción drástica de la fuerza de trabajo” ( ídem).
Las rebanadas del pastel
Tienen las garras afiladas, pero los buitres se quedarán con las ganas: el Servicio Geológico Mexicano revela que hay yacimientos de litio en al menos 18 estados del país, pero el presidente López Obrador ya lo dijo: “para que se entienda bien, el litio es del pueblo y de la nación mexicana”.