Los rendimientos de la deuda gubernamental en ambos lados del Océano Atlántico responden con niveles máximos a las posturas de las políticas monetarias de los bancos centrales.
El próximo jueves se conocerá el dato de inflación de Estados Unidos y las previsiones apuntan a un repunte de los precios de 5.9 por ciento. Los analistas no ven ya tan descabellado que la Reserva Federal (Fed) pueda optar por una incremento de 0.50 puntos porcentuales en marzo.
La rentabilidad exigida al bono a 10 años de Estados Unidos supera 1.90 por ciento, en zona de máximos de dos años.
La escalada se extiende a la deuda pública europea. Los rendimientos de los bonos europeos suben ante el temor a una senda más dura de subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE). Luego de los mensajes más agresivos lanzados el pasado jueves tanto por el Banco de Inglaterra como por el Banco Central Europeo.
El interés del bund alemán se aleja definitivamente de las tasas negativas, y su rentabilidad asciende por encima de 0.20 por ciento.
Y es que Klaus Knot, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, vaticina que la primera subida de tasas será en el cuarto trimestre de este año y más en concreto en octubre, y la segunda para la primavera de 2023.
En España, el interés del bono a 10 años se afianza muy por encima de la barrera de 1.0 por ciento, y ronda 1.10 por ciento, con un nuevo repunte de la prima de riesgo.
En su forma más simple, un bono público es un préstamo que un inversionista hace al gobierno y su precio representa un porcentaje del principal de este préstamo.