Científicos británicos aclamaron un gran avance en la lucha contra el cáncer de páncreas con el desarrollo de un tratamiento dos en uno que podría aumentar significativamente las tasas de supervivencia, que apenas han mejorado en los 50 años pasados, según publicó The Independent.
Expertos del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres combinaron dos tratamientos ya utilizados en hospitales como parte de su investigación y los probaron en ratones.
Uno de ellos es la inmunoterapia, que consiste en un medicamento que estimula el sistema inmunitario para combatir el cáncer. El medicamento bloquea la proteína que impide que ese mecanismo de defensa ataque las células cancerosas y ha tenido un gran éxito contra algunos tipos de esa enfermedad. Sin embargo, los tumores de cáncer de páncreas tienen una capa externa gruesa que impide que el medicamento rompa la barrera.
El segundo tratamiento consiste en una ecografía focalizada de alta intensidad (HIFU) que destruye el tumor con pulsos de ondas sonoras. Esto crea pequeñas burbujas en las células que rebotan vigorosamente y perforan agujeros en la barrera protectora lo que permite que el medicamento funcione de manera efectiva.
Los ratones con tumores pancreáticos que recibieron el tratamiento combinado vivieron 25 por ciento más que a los que se les administró sólo HIFU, y 35 por ciento más que los que sólo tomaron el medicamento. También vivieron 40 por ciento más que los que no recibieron terapéutica alguna.
El investigador Petros Mouratidis señaló que dicha terapia podría agregar varios meses de vida en humanos, pero a los ratones sólo se les dio un tratamiento único, y los científicos esperan que el método dos en uno pueda curar el cáncer de páncreas si se administra por un tiempo prolongado.
Si los ensayos en humanos tienen éxito, los tratamientos podrían estar en uso generalizado dentro de cinco años.
Mouratidis también es optimista de que el tratamiento funcionará en la enfermedad, que es vital ya que la mayoría de los casos de cáncer de páncreas no se diagnostican hasta que se ha extendido por todo el cuerpo. La afección en ese órgano a menudo es difícil de detectar de manera temprana, ya que éste se encuentra en un lugar muy profundo del cuerpo, por lo que los tumores no se pueden ver ni sentir. La enfermedad a menudo tampoco muestra síntomas hasta que el tumor ha crecido y se ha diseminado a otras partes.
Chris MacDonald, jefe de investigación de Pancreatic Cancer UK, aseguró: “Se necesita más investigación, pero el potencial de esta combinación es emocionante y subraya la importancia de probar enfoques nuevos e innovadores. Se necesitan desesperadamente más opciones de tratamiento si queremos incrementar la supervivencia de los futuros pacientes”.
La enfermedad es la sexta causa más común de cáncer en el Reino Unido y la quinta mayor causa de muerte por cáncer, causando alrededor de 9 mil 400 fallecimientos al año. Más de la mitad de las 10 mil 500 personas con cáncer de páncreas mueren dentro de los tres meses posteriores al diagnóstico, y sólo una de cada cuatro vive durante un año o más.