“El 27 de enero terminaron las medidas de emergencia por la pandemia en Inglaterra”, anota Fernando Illescas, colaborador de La Jornada Veracruz. “No más vacunas, pasaportes covid, cubrebocas, distanciamiento social, todo el mundo al trabajo presencial, la normalidad real y no a la estupidez que desea el autonombrado Foro Económico Mundial. El secretario de Salud de Inglaterra anuló tales medidas (1) porque, según el reporte de la semana 42, (2) las inyecciones anticovid destruyen permanentemente la capacidad del sistema inmune contra las variedades del coronavirus y tal vez otras, es decir, hacen lo contrario de lo prometido y doblan la probabilidad de que un inyectado se infecte con el virus real, que alguien que no lo está. Investigadores sin conflictos de interés han informado resultados semejantes con antelación (3).”
“El pasado 29 terminaron las prohibiciones en Dinamarca. Y hay fechas para finalizar en Irlanda, Bélgica, Cataluña, Alemania e Irlanda; Iowa lo hizo este sábado y ya lo analizan en Francia y otros países. En Washington se realizó una manifestación convocada por una asociación de 17 mil médicos por los mismos motivos que en Inglaterra (4), mientras Facebook admitió ante una corte que sus checadores de hechos son sólo ‘opiniones’ (5). También va quedando en evidencia el multidemandado Gates (6).
“Hay más de mil estudios científicos que señalan efectos adversos como incapacidades permanentes y muertes, debidas a las inyecciones (7). Destacan las miocarditis, provocando infartos fulminantes en todo el planeta, en particular en deportistas. Además, deben explicar la presencia de grafeno y efectos de la p. spike. (8)
“Tal vez por las demandas de genocidio, la OMS ha comunicado que insta a los países a no pedir más pruebas de vacunación (9). Los gobiernos del mundo tendrán que parar de dañar a la población y olvidarse de la OMS, pues todo esto fue una pandemia falsa, basada en PCR falsas, emergencias fraudulentas y protocolos dolosos (10).
“Es obvio que si las inyecciones no inmunizan, no son responsables de la caída de la curva epidémica, sino que fue la inmunidad natural. Hay que ir por los perpetradores fascistas (11) antes de que nos suelten otra bioarma quimérica. La era de la ‘salud industrial Rockefeller’, iniciada con el Informe Flexner, ha terminado.” feril.jor@gmail.com; referencias: fabver.org