San José., El ex presidente José María Figueres se perfilaba como el candidato más votado en las elecciones presidenciales de Costa Rica con 28.78 por ciento de sufragios, mientras otros tres aspirantes se disputan ajustadamente el segundo lugar, informó anoche el Tribunal Supremo de Elecciones.
Figueres, del Partido Liberación Nacional (PLN), encabezaba el conteo con 28.78 por ciento de votos, con escrutinio de 22 por ciento. Para imponerse en primera vuelta es necesario obtener más de 40 por ciento, por lo que analistas prevén una segunda vuelta el 3 de abril.
En el segundo lugar se ubica por ahora el conservador y evangélico Fabricio Alvarado, del Partido Nueva República (PNR), con 17.15 por ciento, seguido del derechista Rodrigo Chaves, de Progreso Social Democrático (16.27 por ciento) y la candidata del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Lineth Saborío (14.07 por ciento).
A la contienda acudieron 25 candidatos, todo un récord, lo que hacía prever la segunda vuelta. “Son muchas opciones, pero no han respondido a la necesidad de fuentes de trabajo”, dijo Rosemary Chaves, dueña de una pequeña tienda de comestibles en Puntarenas, la ciudad más grande y poblada del Pacífico costarricense. “Mucha gente está molesta”, agregó.
Estas votaciones se caracterizaron por el desánimo de la población en medio de los problemas económicos que golpean al país y acusaciones de corrupción, lo que se ha traducido en un abstencionismo de más de 40 por ciento, considerado el más alto en la historia del país.
Conocido por ser uno de los países con la democracia más estable de América Latina, la reputación de Costa Rica se ve opacada por una severa crisis financiera y social. La tarea de enfrentarla quedará en manos del próximo gobernante.
El desempleo (14.4 por ciento), la pobreza (23 por ciento) y una economía con deuda pública equivalente a 70 por ciento del PIB encendieron las alarmas de organismos multilaterales.
La situación se agravó con la pandemia de covid-19 que desde principios de 2020 golpeó duramente al turismo, uno de sus principales motores.
Figueres, a la cabeza en la votación, gobernó Costa Rica entre 1994-1998 y es hijo del emblemático ex mandatario José Figueres Ferrer, quien abolió el ejército en 1948 y fue presidente en tres ocasiones en las décadas de 1940, 1950 y 1970.
En el último cuarto de siglo, Costa Rica ha tenido un crecimiento sostenido del PIB, altos indicadores de desarrollo humano y cobertura universal de salud, en medio de una de las democracias más plenas del continente, según The Economist.
Sin embargo, aunque en el aspecto político el país sigue siendo un oasis en la región, su modelo económico empezó a mostrar grietas evidenciadas por la pandemia, en especial, para los jóvenes y las clases menos favorecidas.
Según encuestas, las mayores preocupaciones de los costarricenses son el desempleo y el manejo de la economía, junto con la corrupción, que salpicó al saliente mandatario Carlos Alvarado, cuyo Partido Acción Ciudadana recibía menos de 1 por ciento del respaldo.
José María Figueres, cuya ventaja fue celebrada anoche por seguidores en las calles de esta capital, se ha visto cuestionado por un salario de 900 mil dólares que recibió en concepto de consultoría de la compañía de telecomunicaciones Alcatel después de su presidencia, cuando la firma competía por un contrato con la compañía eléctrica estatal. Nunca se presentaron cargos en su contra y él ha negado cualquier infracción.
En estos comicios también se eligieron a los 57 diputados del Parlamento.