Canadá. El primer ministro Justin Trudeau acusó a los manifestantes de intentar descarrilar la democracia durante un debate de emergencia ante las masivas protestas en la capital, Ottawa, y otros puntos del país, contra las restricciones de covid-19 y los mandatos de vacunación.
"Están tratando de bloquear nuestra economía, nuestra democracia y la vida cotidiana de nuestros conciudadanos. Esto tiene que parar (…) La gente de Ottawa no merece ser acosada en sus propios vecindarios", advirtió este lunes el mandatario.
Durante un debate de emergencia en la Cámara de los Comunes canadiense, Trudeau aseguró que la pandemia "ha sido una mierda para todos los canadienses" y que la única salida es "seguir escuchando a la ciencia y apoyándose unos a otros".
En este sentido, recordó que los ciudadanos "tienen el derecho de manifestarse" y de "ser escuchados", pero "no tienen el derecho de bloquear las calles de forma ilegal" o "insultar a aquellos que deciden ponerse las mascarillas o vacunarse".
"Todo el mundo está cansado del covid-19, pero estas protestas no son la forma de superarlo. No deberíamos luchar entre nosotros, deberíamos estar unidos para luchar contra el virus", resaltó Trudeau.
Ante el ruido provocado por los manifestantes, el juez del Tribunal Superior de Ontario, Hugh McLean, emitió una orden judicial temporal para poner fin a llos claxonazos que se escuchan en las calles canadienses por las protestas, según recoge la cadena canadiense CBC.
"Tocar una bocina no es una expresión de ningún gran pensamiento del que tenga conocimiento", dijo McLean durante una audiencia en la corte en Ottawa. La medida estará vigente durante los próximos diez días para el centro de la ciudad.
La capital de Canadá, Ottawa, declaró este domingo el estado de emergencia por las protestas de los camioneros contra la vacunación obligatoria que ya duran más de diez días consecutivos.
"El estado de emergencia da a nuestro personal y a nuestra ciudad algunas herramientas adicionales para acelerar cosas como las adquisiciones", aseveró el alcalde Jim Watson en una entrevista con CBC News Network.
A su juicio, "están en medio de una emergencia grave, la más grave a la que se ha enfrentado nunca la ciudad, y se necesita reducir la burocracia para poner estos suministros a disposición de nuestros agentes de policía y de nuestro personal de obras públicas".
Miles de manifestantes se han unido en los últimos diez días al llamado Convoy de la Libertad en Ottawa y han reclamado poner fin a todas las restricciones de vacunación en el país.
A primera hora de la tarde de este domingo, la Policía de Ottawa anunció que intensificaría las medidas de control de los manifestantes en el centro de la ciudad, poniendo multas y que cualquier persona que lleve "ayuda material", como combustible, a los manifestantes puede ser detenida.
Este domingo por la noche, docenas de policías armados se desplearon en el estacionamiento del estadio de béisbol Coventry Road, en el este de Ottawa, que es el escenario para los manifestantes que actúan en el centro de la ciudad.
Los francotiradores montaron una guardia en el tejado del estadio y del hotel, a ambos lados del estacionamiento, mientras que los manifestantes avanzaron al grito de "vergüenza, vergüenza".
El estado de emergencia y el aumento de la acción policial representan cambios significativos en la respuesta a la situación de Ottawa, donde los manifestantes se han atrincherado en el centro de la ciudad.
El gobierno del primer ministro Justin Trudeau impuso el 15 de enero la vacunación obligatoria a los camioneros canadienses que cruzan la frontera con Estados Unidos. Además, los choferes extranjeros que no se hayan vacunado tienen prohibida la entrada al país.