Río de Janeiro., Decenas de migrantes brasileños que fueron deportados a su país por Estados Unidos relataron las pésimas condiciones en las que fueron tratados por las autoridades tanto en su detención como en el viaje de regreso.
El portal de noticias G1 recogió las declaraciones de varios de los 187 deportados que llegaron el sábado al aeropuerto de Belo Horizonte en un vuelo procedente de El Paso, Texas.
Todos permanecieron detenidos en Texas y denunciaron que viajaron esposados en el avión de regreso a Brasil y usaron todos la misma ropa, obligados por el gobierno de Estados Unidos. La mayoría denunció los malos tratos recibidos durante la detención, según el medio brasileño.
El portal detalló que una de las principales denuncias fue que los deportados tuvieron su equipaje confiscado por las autoridades estadunidenses, y apenas tenían, al llegar a Brasil, una bolsa de plástico con agua y comida, que se les dio en el aeropuerto. Antes de ello no tenían nada y recibieron un trato denigrante.
“Pasamos 10 días sin ducharnos ni lavarnos los dientes. Mi mujer apenas lloraba con mi hijo de dos años”, explicó un hombre de 27 años.
De acuerdo con G1, otra de las denuncias fue la falta de asistencia a menores y adolescentes. “Los niños vomitaban, recibían únicamente manzana, jugo y burritos, una pasta que les hacía daño. Los baños tenían un metro de altura, todo el mundo los usaba al mismo tiempo”, relató un hombre que afirmó que tendría que pagar unos 16 mil 800 dólares a un coyote si hubiera logrado permanecer en Estados Unidos.
G1 es un portal de noticias de la cadena brasileña Globo.
Desde 2019, más de 3 mil brasileños que vivían sin documentos en Estados Unidos fueron deportados a su país en 54 vuelos, con la aceptación del gobierno de Jair Bolsonaro.
Entre 2006 y 2019, el gobierno brasileño se negó a recibir vuelos con ciudadanos deportados por Estados Unidos.
En tanto, la Guardia Costera estadunidense informó del rescate de 10 cubanos que viajaban en una balsa que se hundía en costas de Florida.
La embarcación fue detectada el jueves a unos 64 kilómetros de Cayo Largo.
“No tenían chalecos salvavidas ni equipos de seguridad”, manifestó el capitán Shawn Koch, de la Guardia Costera en Miami
“Si la tripulación no lo hubiera visto desde el aire, esa gente no habría sobrevivido la noche”, añadió el capitán.
Seis de los migrantes fueron repatriados a Cuba y cuatro fueron llevados a tierra para tratamiento médico.
El hecho ocurre dos semanas después de que una balsa, al parecer de contrabandistas de migrantes, se hundió cerca de Florida cuando venía de Bahamas. Sólo una de las 40 personas a bordo sobrevivió.