París. Los documentales musicales viven una nueva época dorada, con material inédito sobre los Beatles, la fascinación con estrellas como el rapero Kanye West y la historia del rock latinoamericano.
“Hay toda una ebullición de formatos, entre documentales clásicos, series y docuficciones”, explicó Olivier Forest, especialista francés de películas musicales.
Entre los proyectos previstos para 2022 está la serie documental Dear Mama, sobre Afeni Shakur, la madre de la estrella del hip hop estadunidense Tupac (Disney+), y El mundo de mañana, entre documental y ficción en torno a los inicios de la banda francesa NTM (Arte y Netflix).
El género documental musical vivió su momento de eclosión en los años 60, con dos hitos: Don’t Look Back, filmado en 1968 por DA Pennebaker, acerca de una polémica gira del cantante Bob Dylan por el Reino Unido, y la larga filmación sobre el megaconcierto Woodstock, en 1969.
La llegada de la cadena musical MTV y de los videos musicales “adormeció” al sector en los años 80. El público joven quería formatos cortos, soñar a partir de la música.
Con Internet y creadores alternativos, se vuelve lentamente al formato medio, a la narración de la vida y el proceso creativo de sus estrellas favoritas, a menudo como vehículo para dar rienda suelta a cierto narcisismo, como sucedió con Miss Americana, obra en torno a Taylor Swift de 2020, en Netflix.
“Un artista se da a conocer en las plataformas musicales, la gente lo sigue en las redes sociales y luego se busca en otra plataforma un documental”, explicó Forest.
Eso sin olvidar a las generaciones más adultas, adeptas a formatos clásicos, como sucedió con Rompan todo, documental sobre el rock latinoamericano con intervenciones de Soda Stereo y Café Tacvba, que tuvo una buena audiencia en Netflix hace dos años.
En el caso de Taylor Swift y Lady Gaga, la barrera entre “mirada documental y objeto de promoción” no está clara, advirtió Forest.
Kanye West exigió dar la aprobación final al documental que elaboró Netflix sobre su carrera.
Futuro bien encaminado
Sin embargo, a pesar de las presiones y los obstáculos, el futuro de estos formatos parece bien encaminado, porque hay “una audiencia educada en la imagen”, indicó el especialista.
Si no hay imágenes inéditas, como sucedió con el aclamado documental Get Back, sobre los Beatles, del director de cine Peter Jackson, entonces “hay que dar un acceso íntimo a los artistas”, sostuvo.
Otros contenidos son más innovadores, como el documental filmado sobre la británica Charli XCX.
Encerrada en casa a causa del confinamiento, esta joven pidió ayuda a sus fans para grabar un disco.
Se trataba de que sus seguidores con aptitudes musicales pusieran sus competencias a su disposición, mediante videoconferencia.
“Se llama Alone together (Juntos a solas) y resume la paradoja contemporánea: estar conectados al mismo tiempo que aislados”, expuso Benoît Hické, programador musical en París.
“Dice mucho sobre los métodos actuales, ya que Charli XCX muestra su proceso creativo filmándose, y se vuelve así en su propia archivista”, añadió.
Para las plataformas, finalmente, es una manera más de atraer suscriptores. “Las estrellas desembarcan con sus redes sociales y sus fans”, concluyó.