Nezahualcóyotl, Mex., Han pasado seis años del feminicidio de la doctora Karla Marisol, caso que durante mucho tiempo estuvo en la invisibilidad; sin embargo, ahora su madre, Clara Yáñez, se arrepiente de su silencio y acepta que calló por recomendación de la propia Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Sin embargo, ante la amenaza de archivar la investigación, Clara reaccionó e inició un peregrinar para investigar por cuenta propia. Después de varios años, ahora ella tiene la certeza de que la policía estuvo involucrada en el asesinato y robo de las pertenencias de su hija, quien fue hallada en abril de 2016 con un balazo dentro de su vehículo, en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Durante una marcha efectuada en el municipio de Nezahualcóyotl, estado de México, en apoyo a doña Irinea Buendía (cuya hija, la abogada Mariana Lima Buendía, fue ultimada por su esposo, ex comandante de la policía ministerial de Chimalhuacán, quien está bajo proceso penal), Clara señaló que ahora empieza “a salir a los medios; no lo quería hacer antes por todo lo que me dijeron, porque tenía miedo de que detuvieran a un chivo expiatorio, y me di de cuenta de que lo que trataban de ocultar era el comportamiento de estos agentes rateros y asesinos”.
Comentó que Karla Marisol era empleada de la Secretaría de Salud y estaba adscrita a la policía de investigación de la fiscalía.
Clara expresa su indignación contra los policías cuya responsabilidad es investigar, pero no tienen interés en resolver el asunto, pues ni en su papel de investigadores ni de compañeros de trabajo de Karla Marisol “le han hecho justicia; ni así se han pronunciado o han puesto la mano para que le hagan justicia”.
Sin testigos
Por el contrario, le pidieron a Clara que hiciera su propia investigación porque ellos no tenían testigos, no había ADN ni videos de las cámaras de seguridad pública. Y sin elementos, el caso sería archivado.
Pero “eso no lo iba a permitir; me dediqué a buscar como una aguja en un pajar. Encontré que sí había testigos. Era imposible que nadie hubiera visto nada”, además de otros elementos que, supuestamente, no era posible obtener.
El caso de Karla Marisol es un rompecabezas y fue retomado por la Fiscalía Especializada para la Investigación del Delito de Feminicidio de la capital, pero considera injusto iniciar de nuevo todo el proceso luego de que permaneció en el abandono por casi seis años.
Señaló que “no he andado en tantas marchas, he andado sola. Mi lucha ha sido dentro de las instalaciones de la fiscalía, enviando escritos a medio mundo; sólo espero que no continúen revictimizando a mi hija, a mi familia y a mí misma”.
Actualmente, junto con otras madres de víctimas de feminicidio, acude al lugar donde la convoquen, marcha, camina y protesta públicamente. Se ha solidarizado con cada causa que surge, sea en la capital del país o el estado de México. Ya no guarda silencio y aprovecha cada tribuna para exigir a la fiscalía de la Ciudad de México justicia para su hija, quien tenía 35 años el día que la mataron.
Como Clara, Karen Reyes también alza la voz en cada oportunidad que tiene. Ahora exige al Tribunal Superior de Justicia del estado de México la reparación del daño para su hija Renata, luego de que su feminicida, Carlos Daniel N, fue asesinado dentro del penal de Chalco.