Adultos de 40 a 49 años abarrotaron la sede de vacunación en la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca, en Iztacalco, para recibir el biológico de AstraZeneca en lugar del Sputnik-V que se había programado para atender a este sector de la población.
Entre largas filas, los asistentes esgrimieron una variedad de razones para evitar ser inmunizados con la vacuna rusa, entre ellas la necesidad de ingresar a Estados Unidos, donde no es aceptada la de origen ruso, la falta de validación por parte de la Organización Mundial de la Salud y el interés de no combinar los biológicos y recibir el mismo que en las primeras dosis.
Diana Rodríguez, quien trabaja en la producción de películas, señaló que en su caso se trató de una cuestión laboral. “Renovar la visa fue un lío por la pandemia, saqué cita en abril y me la dieron apenas en diciembre; por mi trabajo necesito viajar a Estados Unidos y no quiero que ahora por el tipo de vacuna no me dejen entrar”.
Explicó que desde que supo que a los adultos de su edad les correspondería la Sputnik comenzó a investigar entre sus amigos y en redes sociales dónde podría ponerse el refuerzo con AstraZeneca. Así se enteró que en la Sala de Armas había esa posibilidad. “Primero me fui a Tlalnepantla, pero ya no había, y pensaba ir al Cencis Marina, porque ahí atienden casos especiales, pero finalmente la encontré aquí”.
Como ella, otros adultos procedentes de Iztapalapa, Cuauhtémoc, Benito Juárez y Miguel Hidalgo prefirieron hacer un viaje más largo y trasladarse en transporte público o en sus vehículos para recibir la tercera dosis de AstraZeneca.
“A mí me quedaba cerca el Campo Marte, al principio no me importó qué vacuna me tocaba, pero después estuve leyendo que no se debían combinar las dosis y preferí si había la oportunidad de tener la misma que las anteriores dosis”, comentó otra de las asistentes.
El gobierno local ha señalado que la Sputnik ha salvado miles de vidas y es tan eficaz para casos graves, como el resto de los biológicos, e incluso es de las que más se han aplicado en la ciudad, pues 40 por ciento de la población adulta la ha recibido.