Washington. El ex vicepresidente Mike Pence refutó directamente ayer las falsas afirmaciones de su antiguo jefe, Donald Trump, de que Pence de alguna manera pudo haber anulado los resultados de las elecciones de 2020, y afirmó que el ex mandatario simplemente estaba “equivocado”.
En un discurso ante la organización conservadora Federalist Society, en Florida, Pence habló sobre los intentos de Trump de promover la falsa narrativa de que, en su calidad de vicepresidente, podría haber hecho algo para evitar que el actual jefe de gobierno, Joseph Robinette Biden, asumiera el cargo.
El ex presidente Trump “se equivoca”, señaló Pence. “Yo no tenía derecho a anular la elección”.
En un comunicado emitido el martes, Trump arguyó que el comité que investiga el mortal ataque del 6 de enero en el Capitolio mejor debería investigar “por qué Mike Pence no devolvió los votos para su recertificación o aprobación”. Y el domingo, arremetió contra Pence, declarando falsamente que “podría haber anulado las elecciones”.
Aunque en el pasado Pence defendió sus acciones relacionadas con el asalto al Capitolio, y ha dicho que él y Trump probablemente nunca se pondrán “de acuerdo” sobre lo que sucedió ese día, estas declaraciones marcaron su discrepancia más contundente con Trump hasta la fecha.
El Partido Republicano censuró ayer a los legisladores Liz Cheney y Adan Kinzinger, en una creciente campaña para expulsar de ese instituto político a quienes se considere desleales a Trump.
Cheney y Kinzinger, los únicos republicanos que integran el comité de la Cámara de Representantes que investiga el papel de Trump en el asalto al Capitolio el año pasado, son considerados adversarios del ex presidente, quien mantiene un control férreo sobre la fuerza política a pesar de su derrota en las elecciones de 2020.
Los 168 miembros del comité nacional del Republicano, reunidos en Salt Lake City, Utah, aprobaron una censura formal, acusando a los dos legisladores de tener un comportamiento “destructivo” para la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el Partido Republicano y la república”.
Los leales a Trump de línea dura presionan desde hace meses para que Cheney y Kinzinger sean expulsados, particularmente porque la investigación sobre la insurrección del 6 de enero de 2021 se ha acercado al círculo íntimo del ex presidente y magnate, que asegura regresará a la Casa Blanca.