Pekín. Con un lema de paz en el mundo, los Juegos Olímpicos de Invierno Pekín 2022 se inauguraron en una ceremonia ambientada en el estadio Nido del Pájaro, la cual concluyó con dos jóvenes atletas chinos, una de ellos miembro de la minoría uigur, que encendieron el pebetero.
GALERÍA: Arrancan los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022.
El presidente Xi Jinping declaró la apertura del certamen cuyos preparativos se han visto acosados por la pandemia y las críticas sobre los derechos humanos en China.
La inclusión de Dinigeer Yilamujiang, esquiadora de fondo de 20 años nacida en Altay, en la región occidental de Xinjiang, es digna de mención, ya que el trato que da el gigante asiático a su etnia musulmana fue el detonante de un boicot diplomático de varios países occidentales, liderados por Estados Unidos.
Yilamujiang encendió el pebetero junto a Zhao Jiawen, de 21 años, quien compite en combinada nórdica, finalizando un relevo de antorchas.
Espíritu inclusivo
China rechaza las acusaciones de abusos contra los derechos humanos y trató de transmitir un espíritu de inclusión durante la ceremonia, en la que su bandera pasó entre 56 personas que representaban a sus diferentes grupos étnicos antes de ser izada para el himno nacional.
La apertura celebrada en el Estadio Nacional de Pekín, parcialmente lleno, escenario del lanzamiento triunfal de los Juegos de Verano en 2008, estuvo repleto de imágenes de patinadores vestidos de rojo que se deslizaban por un hielo virtual. Los acompañó una versión de la canción de John Lennon Imagine, que se ha convertido en un elemento fijo de las ceremonias olímpicas.
Celebrada el primer día de la primavera según el calendario chino, la ceremonia comenzó con una actuación de bailarines que agita-ban tallos verdes brillantes para transmitir la vitalidad de la estación, seguida de una explosión de fuegos artificiales blancos y verdes.
Vendría el tradicional desfile de las naciones con los casi 3 mil deportistas, en el que cada una de las 91 delegaciones fue precedida por una mujer que portaba una pancarta en forma de copo de nieve.
México, con una delegación de cuatro competidores, tuvo de abanderados a Donovan Carrillo, de patinaje artístico, y la esquiadora Sarah Schleper.
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, mandó un mensaje de concordia en el ambiente diplomático tenso que se vive.
“En nuestro frágil mundo, donde divisiones, conflictos y desconfianza aumentan, nosotros mostramos al mundo que sí, que es posible ser orgullosos rivales mientras al mismo tiempo vivimos pacíficamente y respetuosamente juntos”, dijo.
El directivo alemán tuvo un recuerdo para los deportistas que no podrán competir en Pekín por la pandemia, y resaltó que el movimiento olímpico demuestra que se puede ser “grandes rivales mientras hay una convivencia pacífica y cargada de respeto. Construyamos puentes y nunca levantemos muros. Respeten su compromiso con esta tregua olímpica. Les pido que le den a la paz una oportunidad”.
Entre los espectadores de la ceremonia había una veintena de dirigentes mundiales, incluido el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el presidente ruso Vladimir Putin.
Guterres coincidió con el discurso de “unidad y solidaridad” de los Juegos “en un momento en que vemos tantas expresiones de populismo, racismo, xenofobia, antisemitismo y odio antimusulmán, estar aquí y con atletas que vienen de todas las culturas, de todos los países, de todas las etnias y de todas las religiones, es un mensaje fantástico.
“Cuando vemos tantos conflictos alrededor del mundo, vemos la absoluta relevancia de tener unos Juegos Olímpicos en los que estén representados todos los países, incluso, lamentablemente, algunos que están en situación de guerra”, concluyó.
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El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se unió al llamado de paz para que “estos Juegos unan al mundo, enciendan la solidaridad y la determinación que necesitamos para poner fin a la pandemia juntos”, dijo en su cuenta de Twitter tras participar en uno de los relevos de la antorcha.
Dirigido por Zhang Yimou, el acto contó con 3 mil artistas –la mayoría de ellos niños y adolescentes– en un escenario compuesto por 11 mil 600 metros cuadrados de pantalla LED de alta definición que se asemejaba a una superficie de hielo.
El espectáculo duró dos horas y 20 minutos, después de semanas de dudas por el covid y tensiones políticas, aunque una vez encendido el pebetero, la atención pasará a los deportistas que estarán compitiendo hasta el 20 de febrero.