Los colectivos otomíes que tomaron hace 15 meses la sede del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas reiteraron su convocatoria a que su titular, Adelfo Regino Montes, y el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, acudan hoy a las instalaciones para retomar las mesas de negociación que comenzaron hace cerca de un año.
“Ante lo que dijo Adelfo, de que nos hemos negado al diálogo, nosotros respondemos en los hechos. Les damos el beneficio de la duda y sí tenemos la expectativa de que se puedan presentar” los dos funcionarios a la cita fijada para hoy a las 11 de la mañana, afirmó Diego García Bautista, miembro de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata- Benito Juárez.
El vocero de los grupos ocupantes señaló que las mesas de diálogo –a cuyo reinicio convocaron el pasado 26 de enero– analizarían las diversas demandas de la comunidad otomí en la capital, entre ellos su derecho a la salud, la educación y la vivienda, por lo que sería importante que acudieran tanto las autoridades locales como las federales.
De acuerdo con García Bautista, la invitación al encuentro no se le hizo llegar de forma directa al titular del INPI ni a las autoridades capitalinas “porque ellos nos han dado ese mismo trato. Han hecho público a través de los medios una serie de aspectos, como la expropiación del inmueble ubicada en Zacatecas 74, por eso entendemos que ellos asumen esa comunicación indirecta”.
Peligra servicio de luz
Por otra parte, el activista denunció que personal de la Comisión Federal de Electricidad ha acudido en varias ocasiones al edificio tomado –al cual se le rebautizó como Casa de los Pueblos y las Comunidades Indígenas “Samir Flores Soberanes”—para seguir insistiendo en que los ocupantes del inmueble paguen un supuesto adeudo por el consumo de energía eléctrica.
“Antier llegaron otra vez para decirnos que querían saber si íbamos a pagar el adeudo, que es de 152 mil pesos. Nosotros les hablamos del riesgo de que corten la luz y ellos tomaron nota y se fueron. El que vuelvan a insistir es un acto de presión, pero también una muestra de que ni nos ven ni nos escuchan”, consideró.
García Bautista reiteró que la sala donde se encuentra el acervo de arte indígena reclamado por Regino está sellada y bajo llave, al tiempo que criticó el hecho de que el funcionario se diga preocupado por el destino de esa colección, pero no diga nada de los hallazgos arqueológicos hechos en las obras del Tren Maya y el Corredor Interoaceánico del istmo de Tehuantepec.