Ante el discurso de la oposición de que no se requiere una reforma constitucional en materia eléctrica y los problemas del sector se pueden resolver con modificaciones a las leyes secundarias, el ex senador priísta Eduardo Andrade dijo ayer que es importante cambiar la carta magna para dar certeza de que el Estado mantiene el manejo y control de esta área estratégica.
Durante el foro de parlamento abierto dedicado a los aspectos constitucionales y legales de la reforma eléctrica, Raúl Pérez Johnson, del Colegio de Abogados, estimó que la rectoría del Estado en el sector nunca ha estado comprometida. Se habla mucho de tarifas y condiciones de competencia, pero eso se puede regular en la ley secundaria y en la reglamentación.
Calificó de cambio constitucional abrupto el planteado en la iniciativa, que puede generar más daños que beneficios. Nadie está contra ajustes que beneficien a la sociedad y que mejoren la situación financiera de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero la propuesta del Ejecutivo puede afectar derechos que obligarían a pagar millonarias indemnizaciones, agregó.
Georgina Velasco, consejera jurídica de la CFE, acotó que lo que se podía hacer para reorganizar el sector ya se hizo. Es necesario que la realidad sea regulada por la Constitución y eso permitirá que no haya discrecionalidad, apuntó.
Andrade expuso que si se requieren indemnizaciones es importante ver lo que el Estado gana a largo plazo al volver a controlar el sector.
La consejera de la CFE explicó que la cancelación de permisos de generación de electricidad sólo se aplicará cuando éstos se hayan obtenido de manera irregular, sean fraudulentos y generen un mercado paralelo, que está prohibido.
Carlos Rodríguez, de la Asociación Mexicana de Energía, destacó que los permisos a los particulares se otorgaron al amparo de una ley; sin embargo, Andrade puntualizó que ya no se quiere esa legislación, pues ha permitido la transferencia de recursos públicos a los privados.
Resaltó que gran parte de las inversiones que los particulares hicieron salieron de las Afore y de la banca de desarrollo. No vino todo el dinero de España, tomaron empréstitos de dinero que está en México.
Rodríguez expuso que todo mundo busca empréstitos para financiar sus proyectos, pero ese dinero hay que pagarlo. En el foro, transmitido por el Canal del Congreso, Andrade consideró que en el sector hay un círculo vicioso, pues con dinero mexicano se financian los proyectos de los particulares y luego el Estado se compromete a comprarles durante 20 años. Reciba o no 100 por ciento del fluido, debe pagar. No hay piso parejo con esas ventajas.