Washington. El Partido Republicano censuró el viernes a dos de sus legisladores, en una escalada de la campaña para expulsar del partido a los disidentes considerados desleales al ex presidente estadunidense Donald Trump.
Liz Cheney y Adam Kinzinger, los únicos republicanos que integran el comité de la Cámara de Representantes que investiga el papel de Trump en el asalto al Capitolio el año pasado, son considerados adversarios del ex presidente, quien mantiene un control férreo sobre el partido a pesar de su derrota en las elecciones de 2020.
Los 168 miembros del comité nacional del partido, reunidos en Salt Lake City, Utah, aprobaron una censura formal, acusando a los dos legisladores de tener un comportamiento "destructivo para la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el Partido Republicano y (la) república".
Los leales a Trump de línea dura presionan desde hace meses para que Cheney y Kinzinger sean expulsados, particularmente porque la investigación sobre la insurrección del seis de enero de 2021 se ha acercado al círculo íntimo del ex presidente.
"La vergüenza recae sobre un partido que censuraría a las personas de conciencia, que buscan la verdad de frente", dijo Mitt Romney, quien en 2012 fuera candidato presidencial republicano y cuya sobrina, Ronna McDaniel, dirige el Comité Nacional del partido.
"El honor acompaña a Liz Cheney y Adam Kinzinger por buscar la verdad, incluso cuando hacerlo tiene un gran costo personal", agregó.
El director de Respuesta Rápida del Comité Nacional Demócrata, Ammar Moussa, acusó a los republicanos de recurrir a cualquier método "para proteger a Donald Trump y su caos".
"No tienen visión ni agenda y están completamente subordinados a Trump, incluso si eso significa socavar nuestra democracia e incitar a más violencia", dijo.
La censura fue aprobada por una abrumadora mayoría, según mostró el video de la reunión capturado por el periódico The Hill. El partido declaró oficialmente el asalto al Capitolio y los eventos que llevaron a él como parte de un "discurso político legítimo".
La resolución no se leyó en voz alta y todo el asunto tomó alrededor de un minuto.
Kinzinger se retirará del Congreso tras las elecciones intermedias de noviembre, mientras Cheney corre peligro de perder su escaño en Wyoming.
Los republicanos apuntan a golpear al presidente Joe Biden, debilitado por el estancamiento de sus proyectos en el Congreso, una inflación galopante y los casos de covid-19 que siguen aumentando.
Cheney respondió a la noticia de la moción de censura redoblando sus críticas a Trump.
"Los líderes del Partido Republicano se han convertido en rehenes voluntarios de un hombre que admite que trató de anular una elección presidencial y sugiere que perdonaría a los acusados del seis de enero, algunos de los cuales han sido acusados de conspiración sediciosa", dijo en un comunicado el jueves.
"Soy un conservador constitucionalista y no reconozco a aquellos en mi partido que han abandonado la Constitución para abrazar a Donald Trump. La historia será su juez", agregó Cheney. "Nunca dejaré de luchar por nuestra república constitucional. Pase lo que pase".