Ciudad de México. En noviembre el consumo privado —que se refiere a la compra o adquisición de bienes y servicios por parte de los hogares mexicanos— sumó cinco avances mensuales consecutivos, pues observó un avance de 0.7 por ciento respecto al mes anterior inmediato, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el penúltimo mes del año pasado, periodo en el que el número de contagios por covid-19 fue bajo e inició la temporada de compras navideñas con El Buen Fin, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) avanzó 6.1 por ciento frente a igual lapso de 2020.
Pese al avance que mostró la medición, aún está 2.7 por ciento por debajo de enero de 2020, es decir del nivel previo a la pandemia del covid-19 y es similar al observado en octubre de 2017.
El comportamiento positivo mensual de uno de los principales componentes de la demanda agregada se explicó por la adquisición de bienes importados, el cual aumentó 1.2 por ciento con respecto a octubre.
En su comparación anual la adquisición de bienes importados por parte de los hogares mexicanos aumentó 11.6 por ciento.
La compra de bienes y servicios nacionales aumentó 0.2 por ciento en comparación con el décimo mes del año pasado.
Dicho comportamiento se explicó por el avance de 0.7 por ciento en la adquisición de servicios, mientras que la compra de bienes hechos en el país sólo aumentó 0.2 por ciento.
El gasto que hicieron los hogares en el país en bienes y servicios aumentó 5 por ciento respecto a noviembre de 2020, dato que fue impulsado por el avance de 8.8 por ciento en los servicios.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento (IDIC), comentó en su cuenta de Twitter que “el consumo privado sin recuperar lo perdido: débil consumo de bienes durables nacionales y una creciente importación de bienes durables. El resultado es un débil crecimiento económico”.
Analistas de Ve Por Más destacaron que el indicador aceleró su ritmo, particularmente en el caso de la adquisición de bienes importados y servicios.
“Pese a mostrar cierta mejora a finales de 2021 por la baja en contagios, la variable se vería afectada a principios de 2022 debido al rebrote del virus (ómicron) y las posibles nuevas disrupciones en las cadenas que podría provocar. Además, la elevada inflación también seguirá limitando la capacidad de gasto de los hogares”, señalaron.
Comentaron que la baja en contagios, una menor tasa de desocupación, el incremento en la confianza del consumidor, la aceleración en las remesas y un aparente más agresivo a lo usual adelanto de las compras para aprovechar las promociones de El Buen Fin, soportaron a la demanda durante noviembre, lo cual “logró compensar el aumento en la inflación, que llegó a niveles no vistos en dos décadas”.