Washington. Una de cada cuatro personas aún no ha recibido ni una sola dosis de vacunación anticovid-19 en América, donde los contagios y muertes por la enfermedad aumentan, pero el incremento de transmisión parece desacelerar, indicó ayer la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Tan sólo 63 por ciento de la población de América Latina y el Caribe fue inoculada contra el virus, por lo que la región tiene una de las coberturas de vacunación más altas del mundo, afirmó Carissa Etienne, directora de la OPS, en teleconferencia de prensa.
Destacó que la región aún es la más desigual a escala internacional, con cobertura dispar: mientras 14 países han inyectado por completo a 70 por ciento de su población, la misma cantidad de naciones aún tienen que inocular a 40 por ciento. En los países de ingresos bajos y medianos “más de 54 por ciento de las personas aún no han recibido una sola dosis contra el covid-19”, señaló.
Subrayó algunas brechas preocupantes, como que en Estados Unidos y Anguila la cobertura de vacunación entre los ancianos es más baja que en los grupos más jóvenes que tienen menos riesgo de enfermedad grave. Además, existen serios puntos ciegos debido a la falta de datos detallados de vacunación en algunos países, apuntó.
Ante los vacíos de información segregada sobre la pandemia, pidió a los países que recopilen datos sobre la vacunación por edad, sexo y grupo de riesgo y se los comuniquen, porque constata brechas preocupantes en aquellos que ya se los transmiten.
Etienne reportó que los casos y muertes causados por el virus en América siguen en aumento, pero la transmisión parece estar desacelerándose en los lugares afectados anteriormente por la variante ómicron.
Especificó que tan sólo 4 millones de los 7 millones de nuevos casos informados la semana pasada se produjeron en América del Norte, pero Chile y Brasil registraron cifras récord de casos diarios, mientras las muertes se han más que duplicado en Cuba y Bahamas.
Confirmó que en México, con base en la Secretaría de Salud federal, la tendencia de contagios está a la baja, al pasar en una semana de 276 mil a 209 mil casos activos, una disminución de 24 por ciento.
Sylvain Aldighieri, comandante de Incidente para covid-19 de la OPS, afirmó que se debe “cualificar muy cuidadosamente cuando decimos que ómicron es menos severo que las variantes anteriores. No hay una conclusión definitiva entre los aspectos en este sentido”.
“Tenemos que considerar que la transmisión de un patógeno que cause enfermedad menos severa de todas maneras causará muchos casos, entre los cuales varios pueden progresar a enfermedad más severa y muerte”, puntualizó.
Explicó que se han descrito cuatro sublinajes diferentes de esta variante, denominados BA.1, BA.1.1, BA.2 y BA.3, y que a escala mundial la primera es predominante. Destacó que entre las muestras secuenciadas durante enero pasado BA.1 y BA.1.1 se han identificado en 95 por ciento de las muestras procedentes de Norteamérica y en 87 por ciento de las hechas en Sudamérica y el Caribe.
Confirmó que la OPS está al tanto de la detección de BA.2 en México, Argentina y los casos esporádicos descubiertos en Estados Unidos.
Mientras, una investigación de miembros de la Universidad Johns Hopkins concluyó que los confinamientos y las restricciones de movilidad han tenido poco o ningún efecto en la salud pública, y una baja efectividad en cuanto a la reducción de la mortalidad por coronavirus.
Por tanto, el estudio reclama una revisión de las políticas de confinamiento y bloqueo de movilidad, ya que estas estrategias están mal fundamentadas y deberían rechazarse como herramienta contra futuras pandemias.