La estrategia aplicada contra la pandemia de covid-19 fue “acertada y salvó muchas vidas”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador, y afirmó: “Sí, soy el responsable, nada más que tengo mi conciencia tranquila”. Ante las críticas de distintos sectores sociales, señaló que su gobierno alcanza hasta 90 por ciento de aceptación en los sectores más pobres, pero en la clase media media “ya no, cuando mucho es empate; clase media alta y clase alta estamos al revés que con los pobres […] puede ser que de cada 10, tengamos apoyo de uno”.
Recordó que aún se enfrenta una carencia de personal de salud ante el abandono, en el periodo neoliberal, de la educación y la salud, “pues por cada mil habitantes, debíamos tener tres médicos, y nos dejaron 1.2, o sea, tenemos un déficit de 50 por ciento de médicos”, pese a lo cual “se aplicaron a fondo, arriesgando hasta su vida”. También reiteró su apoyo al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, tras destacar que la molestia “de nuestros adversarios es que querían agarrar un pollito y les salió gallo”.
El mandatario federal insistió en que tiene la conciencia tranquila porque “me confieso yo mismo todos los días o cada dos o tres días, cada semana, y si veo que cometí un error, busco enmendarlo y hasta ofrecer disculpas y actuar con humildad, y si no, no me siento bien con mi conciencia. Por eso hablo que nuestro tribunal, el más importante, es la conciencia”.
Reconocimiento mundial
Al preguntarle si absolvería de toda responsabilidad y declararía inocente a López-Gatell, afirmó: “Sí, a todos los que participaron; al contrario, es para darles un reconocimiento público, mundial, luego lo que se hizo para conseguir las vacunas, entre otras cosas. ¿Qué es lo que más vidas ha salvado? La vacuna. Y nosotros fuimos los primeros en tener las vacunas en América Latina y en aplicarlas”.
Consideró lamentable que por la fobia política se llegue a desear “que nos vaya mal, porque estaban esperando como zopilotes que se saliera de control la pandemia. Imagínense el escándalo, el escarnio. Por eso sostengo que no tienen autoridad moral, no tienen escrúpulos morales de ninguna índole. […] Lo entiendo de los de arriba, que eran o se sentían los dueños de México, pero resulta que hay millones, sobre todo de clase media, sectores de clase media que están también ofendidos, de manera increíble”.
En el Salón Tesorería enfatizó que México se ubica en la posición número nueve por dosis administradas contra el covid-19 y en el lugar 24 por fallecimientos por millón de habitantes, incluso detrás de Estados Unidos, Brasil o Argentina. Reconoció que la eficacia de la estrategia se debe a que la gente se cuidó sin aplicar medidas autoritarias como el toque de queda, y a que desde un inicio se llamó a cuidar a los adultos mayores. “Tenemos ventajas comparativas que no hay que olvidar. La familia mexicana es muy fraterna, es muy solidaria, eso ayudó muchísimo.”
Tamaliza y motocicletas
Después de la mañanera, el Presidente almorzó tamales, parte de la tradición del Día de la Candelaria. “El que sacó muñequito que no se haga rosca. ¡Bendita tradición!”, expresó el mandatario. Y en el video se le ve ansioso por degustar: “Es el día de los tamales, bendita tradición. Este es de chipilín y este es un chanchamito. Chanchamito, chanchamito”, coreó frente a los tamalitos tabasqueños.
Después, la agenda marcó reunión con el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, y con integrantes del gabinete, entre éstos varios funcionarios del sector salud. Al último y con premura llegó a Palacio Nacional, a bordo de una motocicleta, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
Minutos después llegaron dos meseros con charolas con alimentos, justo en el día de la tradición de las tamalizas.