Jéssica huyó de Honduras a causa de la violencia. Solicitó asilo en Estados Unidos y fue enviada a territorio mexicano bajo el polémico programa Quédate en México. En Ciudad Juárez, ella y una amiga fueron detenidas y violadas por elementos de la Guardia Nacional. Se les recluyó en una estación migratoria, y meses después las deportaron sin darles oportunidad de denunciar el delito.
Su testimonio es parte de un reporte elaborado por la Comisión de Mujeres Refugiadas y el Instituto para las Mujeres en la Migración, que concluye que debido a las políticas migratorias de los gobiernos de México y de Estados Unidos, las mujeres solicitantes de asilo sufren secuestros, agresiones sexuales, extorsiones, separación familiar, violencia de género, discriminación, falta de acceso a servicios de salud y educación para sus hijos, entre otros escenarios.
La investigación –realizada a partir de entrevistas con las víctimas y monitoreo de casos– indica que ambas administraciones “han incumplido sus promesas de una migración segura, ordenada y humana, dejando a miles de mujeres atrapadas en la incertidumbre y el peligro”.
Los resultados del informe, titulado Atrapadas en la incertidumbre y expuestas a la violencia. El impacto de las políticas migratorias de Estados Unidos y México en las mujeres solicitantes de protección internacional en 2021, se dieron a conocer ayer en el contexto del primer aniversario de las órdenes ejecutivas sobre migración y asilo del presidente Joe Biden.
En 2019, Mariana y sus dos hijos escaparon de Honduras. Su marido los golpeaba y estaba involucrado con una pandilla. Meses después llegaron a la frontera sur de Estados Unidos y solicitaron asilo. Bajo el programa Quédate en México, los mandaron a nuestro país y vivieron en las calles. A Mariana la violaron en Monterrey y quedó embarazada. Una mexicana los abrigó en su casa hasta que nació el bebé en octubre de 2020. Todo ese año sus otros dos pequeños no fueron a la escuela. Cuando Biden decretó el fin de Quédate en México –que se reactivó en diciembre pasado por orden de un juez– se registró en el portal del Acnur, pero no le llamaron para darle ingreso a territorio estadunidense.
“He intentado durante dos años seguir las reglas, mis hijos son dos años más grandes ahora, tengo un bebé y no sé qué debo hacer. No puedo regresar a Honduras, tengo miedo de estar en México y no me permiten pedir asilo en Estados Unidos. Me siento perdida”, dice en su testimonio.
Los abusos no sólo se dan en México, el reporte retoma las agresiones en septiembre de 2021 de agentes de la Patrulla Fronteriza contra migrantes haitianos.
Otro caso documentado es el de una centroamericana a quien se le prometió empleo en Chiapas, pero en realidad fue un engaño para someterla a trata de personas. Durante seis meses fue víctima de constantes abusos sexuales hasta que escapó. Las autoridades mexicanas no atendieron sus denuncias. En octubre de 2021 cuatro policías de Chiapas violaron y asesinaron a una mujer haitiana. Fueron detenidos por feminicidio.