A 49 días de que sea inaugurado, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) ya maneja desde su torre de control entre 40 y 60 operaciones diarias de aviones militares. Para el 21 de marzo, su capacidad le permitirá igualar e incluso superar al tráfico de aeronaves comerciales del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), afirmó Octavio Carrera González, supervisor de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam).
Desde la cabina de la torre de control, a 88 metros de altura, el supervisor de la Torre de Control México coordina al equipo de 16 controladores de vuelo que, tras dos años de prácticas en el AICM, operan el centro neurálgico de la nueva terminal aérea.
Durante la visita, aviones caza supersónicos F-5 efectuaron maniobras de despegue y aterrizaje en la pista militar del AIFA, mientras que la primera pista para uso civil, ya totalmente construida, pasa por una limpieza final y en la segunda se terminan de instalar los sistemas de iluminación.
“Vamos a estar a la vanguardia, al mismo nivel que aeropuertos de todos los continentes. En nuestra región, en la parte de América Latina, estaremos sin lugar a dudas al principio”, afirmó Carrera González.
En las pantallas de las computadoras de la torre de control del AIFA se pueden seguir ya los vuelos en ruta en toda la zona centro del país, gracias a la información de los radares aéreos que operan desde Cerro Gordo, el AICM y el Aeropuerto de Toluca, los cuales se interconectarán con los de la nueva terminal aérea, que estarán funcionando a mediados de año.
El supervisor del Seneam afirmó: “Es un aeropuerto que en cuanto entre en operación va a ser seguro, los procedimientos e instrumentos que operen en un principio, todo va a estar respaldado por normativa internacional, sin ningún problema, y aquí estamos para garantizarlo”.
El coronel Benito Pavón Varela, quien fue el responsable de la construcción de la torre de control del AIFA, explicó que tan sólo esta obra tuvo una inversión de 600 millones de pesos y ocupó a casi 2 mil trabajadores.
Cuenta con seis fuentes de alimentación de energía eléctrica diferentes, las cuales triplican la redundancia que, por razones de seguridad, deben tener este tipo de instalaciones. También será la primera torre de control del país en contar dentro de sus instalaciones con un simulador con pantallas de 360 grados para entrenar a los futuros controladores de vuelo, tanto para el AIFA como para otros aeropuertos.