Quito. Un derrame de petróleo, provocado por la rotura de un oleducto privado el fin de semana, afecta a la Amazonia ecuatoriana; avanzó hasta un río que abastece a comunidades indígenas y contaminó parte de una gran reserva ambiental.
Una caída de rocas por efecto de fuertes lluvias en la zona amazónica de Piedra Fina provocó que parte de la tubería del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) se reventara la tarde del viernes, lo que provocó una fuga de hidrocarburos que, según las autoridades, afectó la flora y fauna de la zona.
El Ministerio de Ambiente anunció que se adoptarán medidas legales contra OCP, que lleva 17 años operando en el país.
Una erosión regresiva avanza desde 2020 por el río Coca, que en diciembre provocó que los oleoductos OCP y el estatal SOTE dejaran de bombear, obligando al gobierno a declarar fuerza mayor sobre sus exportaciones y producción de crudo.
“La afectación se localiza dentro del Parque Nacional Cayambe-Coca”, precisó ayer el ministerio ecuatoriano de Ambiente en un primer reporte sobre el impacto de la emergencia.
Creada en 1970, la reserva de 403 mil hectáreas está ubicada en el noreste de Ecuador y se extiende por las provincias andinas de Pichincha (cuya capital es Quito) e Imbabura, además de las amazónicas de Sucumbíos y Napo.
Las dos últimas concentran 75 por ciento de la extensión protegida, que alberga variedad de fauna y es una importante reserva de agua.
Según la cartera, en principio son dos las hectáreas perjudicadas por el vertido de petróleo, que también llegó al río Coca, uno de los principales de la Amazonia y que surte a poblados indígenas.
La empresa OCP reconoció ayer que “pequeñas trazas (de petróleo) han alcanzado los cursos de agua”.
Apuntó que ha “empezado la dotación de agua segura” a varias comunidades del área afectada como Toyuca, Sardinas y Guayusa, y que llevará alimentos y atención médica.
Ni el gobierno ecuatoriano ni la firma han cuantificado el derrame, el segundo que involucra a ecosistemas de Sudamérica en los últimos 15 días tras una fuga en la costa central de Perú, que ha sido calificada por Lima de “desastre ecológico”.
Tampoco han dado cifras de personas que resultaron afectadas.
No obstante, el ministerio de Ambiente anticipó que se trata de un derrame “de magnitud”.
La emergencia se produjo a raíz de la rotura de un ocleducto de OCP que transporta unos 160 mil barriles por día. Su capacidad máxima es de 450 mil.
Organizaciones indígenas y varias ONG denuciaron el daño al río. “Exigimos conocer la cantidad de barriles derramados y cuál será el proceso de entrega de agua y víveres para las comunidades. Es evidente que el agua del río no se puede usar ni consumir”, tuiteó la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonia Ecuatoriana.