Ecatepec, Méx., Dirigentes de transportistas de las principales rutas que dan servicio en municipios conurbados del Valle de México exigieron a las autoridades aplicar operaciones permanentes, sobre todo en las paradas de mayor conflicto, pues sólo los llevan a cabo algunos días, como ocurrió durante la reciente temporada navideña.
Una de las líneas más importantes de la región es Autobuses Teotihuacanos, que comunica a más de 20 municipios del nororiente de la entidad con la Ciudad de México. La integran alrededor de 500 camionetas de pasajeros y 250 autobuses, cuyos choferes sufren cada mes entre 30 y 35 atracos.
Esta línea contó durante casi cinco años con un cuerpo de seguridad privado compuesto por 12 elementos que revisaban a los pasajeros, lo que redujo los robos. Sin embargo, de dos años a la fecha debió prescindir de los guardias ante las dificultades económicas resultado de la pandemia de covid-19.
Roberto González, uno de los dirigentes de Autobuses Teotihuacanos, recordó que la agrupación pagaba unos 60 mil pesos mensuales a los uniformados, que laboraban las 24 horas. Con su ausencia “de vuelta empezaron los asaltos”, que aumentaron 200 por ciento, dijo.
Destacó que los atracos son recurrentes en la ruta Venta de Carpio-Mexibús y en la parada de Ranchería, que conduce al reclusorio de Chiconautla. “Ahí a todas horas te asaltan a mano armada. Los pasajeros están hartos y los choferes ya no quieren trabajar”.
Agregó que los asaltos son frecuentes en el tramo Martín Carrera-El Gallo, la autopista México-Pachuca, sobre todo en las paradas de Santa Clara y Tulpetlac; el crucero de Tepexpan, la parada La Grande de la carretera federal Texcoco-Lechería, en la entrada a Chiconcuac y el paraje La Termoeléctrica, entre otros sitios.
Afirmó que el equipo de videocámaras instalado en camionetas es efectivo, porque con sus grabaciones pueden iniciarse carpetas de investigación. Pero ante la carga de trabajo en el sistema judicial, “las averiguaciones se rezagan. A veces agarran a los asaltantes, pero salen rápido y vuelven a atracar”.
Expuso que las operaciones de autoridades estatales, municipales y federales han dado resultados que no son permanentes. “La pasada temporada navideña hubo operativos y bajaron un poco los asaltos en el transporte”, pero al concluir las labores policiacas, “la rata se desató y volvió la misma situación.
“Queremos que los operativos sean continuos y busquen estrategias como subir agentes al transporte como pasajeros”, apuntó.
Guillermo García, coordinador de la Alianza de Autotransportistas Autónomos (AAA), exigió que el gobierno del estado de México pague el equipo de seguridad de las unidades colectivas, dado que una cámara de video cuesta 17 mil pesos más gastos de operación y enlace al sistema de seguridad estatal. “Nos están dando el trabajo de policía; entonces que la autoridad asuma el gasto”, planteó.
La AAA agremia a 75 por ciento del transporte público estatal; apenas 24 mil de los más de 100 mil automotores que la integran cuentan con cámaras de videovigilancia y sólo 15 mil de los aparatos están conectados con el centro de control, comando, comunicación, cómputo y calidad (C5) de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, comentó García.