Morelia, Mich., En los recientes 45 días han arribado a Michoacán más de 3 mil haitianos, según información del Instituto Nacional de Migración (INM); la mayoría han estado de paso, pero algunos han buscado un lugar dónde vivir y 59 de ellos permanecen desde el 29 de diciembre en un refugio que abrió la maestra jubilada Ortencia Ríos.
La profesora contó que el 15 de diciembre arribaron a la central camionera de Morelia 59 haitianos y ahí se quedaron cuatro días. “Me dolió hasta el alma que los trajeran de un lugar a otro como peregrinos, así que decidí abrir este albergue, y sé que no es lo mejor, pero es lo que pude ofrecerles”. En los siguientes días llegaron otros tres extranjeros.
Entre el grupo de indocumentados que acudió a la estancia había 22 mujeres, 27 hombres y 10 niños. Cuatro de las féminas están embarazadas. A mediados de este mes, 35 partieron de Morelia, 19 rumbo a Tijuana, Baja California, y 16 hacia Reynosa, Tamaulipas, y Mexicali, Baja California. Quedaron en el refugio 24, que son básicamente familias que desean quedarse a radicar en la capital michoacana.
Ortencia Ríos comentó que ha sido difícil conseguir víveres para alimentar a los viajeros, pero han sido vecinos, principalmente gente humilde, la que apoya con leche, arroz, ropa, así como Cáritas Diocesana y algunos particulares. Han padecido escasez de agua potable y la energía eléctrica la proporciona un vecino a ratos.
En tanto, el ayuntamiento y el gobierno del estado han asumido el compromiso de abrir un albergue digno que está por ser terminado, “pero se requería de un refugio emergente porque unos llegan y otro se van y las necesidades son muchas”, subrayó la mentora.
Recordó que hace unos días hubo un problema en la central camionera cuando Michel, haitiano que había estado en la estancia, fue bajado del autobús cuando se disponía a viajar a Tijuana. “El chofer se negó rotundamente a llevarlo con una actitud verdaderamente homofóbica y racista. Por eso ya cambiamos de línea de autobús”.
Ortencia Ríos mencionó que los jóvenes han conseguido trabajo en la central de abasto, como peones de albañilería y en comercios, y las mujeres como empleadas domésticas. “Muchos de ellos tienen licenciatura y hablan dos o tres idiomas”, apuntó.
El pasado fin de semana, en el albergue se llevó a cabo una reunión a la que acudió Wilner Metelus, presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados Afromexicanos. En esa ocasión la haitiana Franceni solicitó al gobierno mexicano que les otorgue visas humanitarias que les permitan acceder a trabajos mejor remunerados y contar con prestaciones sociales para que sus hijos puedan ir a guarderías.
En tanto, Delius, dijo que pretende residir en Morelia y pidió apoyo para encontrar un trabajo acorde a la formación académica que tiene para poder sacar adelante a su familia y acceder a una mejor forma de vida.
Metelus los exhortó a estar unidos, ser solidarios y mantener una actitud digna, “porque un migrante no es un delincuente, y existe el derecho humano de pedir asilo cuando en la patria no se puede vivir ante condiciones políticas, sociales y económicas adversas.
“Sabemos que en estos momentos no hay un fondo para albergues a nivel nacional y es la solidaridad de defensores de derechos humanos la que está apoyando a los migrantes. Hay hermanos que solicitan residencia permanente y están felices de vivir en Morelia”, destacó.