Ciudad de México. Ante la atonía de la demanda interna, la falta de inversión productiva y la debilidad del sector servicios, la economía de México está estancada, revelaron datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El producto interno bruto del país se contrajo 0.1 por ciento en el cuarto trimestre de 2021, con respecto al trimestre previo, cuando cayó 0.4 por ciento en términos reales con cifras ajustadas para hacer comparables los periodos.
La economía mexicana creció 5 por ciento real en 2021, lo cual fue insuficiente para compensar la caída de 8.2 por ciento en 2020 y fue menor a la tasa de 6.3 por ciento que pronosticó el gobierno federal.
El Inegi difundió la estimación oportuna del PIB trimestral, que podría cambiar respecto a las cifras generadas para el PIB trimestral tradicional, las cuales se publicarán el próximo 25 de febrero.
El rebote económico de México tras la pandemia se desinfló. Con cifras desestacionalizadas, la caída del PIB en el último trimestre del año pasado se explicó por la contracción de 0.7 por ciento en el sector comercio y servicios, que representa 65 por ciento de la economía, suficiente para contrarrestar el avance de 0.4 por ciento trimestral en la producción industrial y de 0.3 por ciento en las actividades agropecuarias y ganaderas.
Así, se registró una ligera caída secuencial en el último cuarto de 2021, con los servicios fallando en recuperar el dinamismo.
Con cifras originales, es decir, antes de que se modifiquen con modelos de ajuste estacional, el PIB creció 4.8 por ciento para todo 2021. La magnitud de la desaceleración de la economía, con cifras originales, es notoria después de expandirse a tasa anual en 19.9 por ciento y 4.5 por ciento en el segundo y tercer trimestre del año pasado, respectivamente.
No es recesión
Entre analistas económicos hubo diferencias entre llamar recesión “técnica” en México, al registrar contracciones del PIB durante dos trimestres consecutivos, o alertar que es preocupante que la actividad productiva del país está estancada.
Pero Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, explicó que afirmar que la economía está en recesión es solamente mediática porque tener dos trimestres consecutivos con caída no lo determina dado que falta que se cumplan otros requisitos. “La idea de que la economía está en recesión porque hubo dos trimestres consecutivos con una tasa negativa del PIB es una simplificación de lo que es una recesión. Realmente no es la definición técnica sino más bien mediática”, destacó.
El bajo crecimiento de la actividad, junto con los altos niveles de inflación, provoca que las familias enfrenten algo no visto desde la década de 1980, puesto que no hay empleos suficientes y no se tienen los recursos para comprar los mismos insumos que se adquirían antes de la pandemia, afirmó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base. “No es un escenario de crisis, pero en la medida que se alarga el estancamiento económico pues todavía vemos más y más rezago en el empleo”, precisó Siller.
Por su parte, Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis de Monex, estimó que con el retroceso del PIB del segundo semestre, el tamaño de la economía mexicana mantiene un nivel similar al de hace cinco años; es decir, al que tenía en el tercer trimestre de 2016.
Asimismo, aunque es probable que se revisen los datos anteriores del último trimestre del año pasado, por lo que la cifra debe tomarse con precaución, prevé que la economía mexicana tiene un crecimiento de 3.8 por ciento desde el cuarto trimestre de 2018 al mismo periodo de 2021.
Analistas económicos coinciden que la actividad productiva de México sufre una debilidad crónica y que es urgente echar mano de política económica certera para sacar al país de su estancamiento económico.