Matthew Stafford y Joe Burrow no tenían nada en común, salvo el car-tel de primera selección de un draft de la NFL. Ahora, ambos presumen ser mariscales en el Supertazón. Sus trayectorias reflejan polos opuestos desde que surgieron de universi-dades de la conferencia SEC.
Stafford fue la primera selección del draft de 2009 procedente de Georgia y pasó una docena de años con una franquicia mediocre en Detroit. Fue rescatado por los Carneros en 2021. En su primera temporada se encargó de llevarlos al duelo por el campeonato. Su sintonía con el estelar receptor Cooper Kupp es algo especial.
Dentro de dos semanas, los angelinos (15-5) serán anfitriones del Supertazón, que por segundo año consecutivo se disputa en el estadio de uno de los protagonistas. Tampa Bay lo hizo en 2021, por primera vez en 54 ediciones.
Stafford, quien el 7 de febrero cumple 34 años, está en una excelente posición para convertir su primera temporada con Los Ángeles en una celebración. Tendrá que superar a Burrow, en su segundo año profesional, y los Bengalíes (13-7).
Como Stafford, Burrow llegó a una franquicia en apuros. Cincinnati se clasificaba con regularidad a los playoffs, pero siempre caía a las primeras de cambio. Bajo la dirección de Marvin Lewis sufrieron siete derrotas consecutivas en postemporada. Cuando los Bengalíes terminaron 2-14 en 2019, Joe establecía récords con la Universidad de Luisiana y fue una fácil elección en el draft.
Su lesión de rodilla después de 10 partidos (2-7-1 como titular) lo hizo parecer otra apuesta que salía mal para los Bengalíes. Excepto que mucho le ha resultado bien el último mes. Y aquí está, a sus 25 años, liderando al equipo a su primer Supertazón en 33 años.
La única ocasión previa en que dos quarterbacks tomados con la primera selección del draft se midieron en un Supertazón se cristalizó hace seis años, cuando Peyton y los Broncos vencieron a Cam Newton y las Panteras. Ya sea la larga espera de Stafford o el meteórico avance de Burrow, uno de los dos alzará el trofeo Vince Lombardi.