Frida Kahlo ya no es un personaje local, sino internacional. “Tanto, que, en este momento, el mercado para la pintora está en Estados Unidos”, expresó el editor Ramón Reverté. “Es increíble el fenómeno Frida y no para de crecer”. Con esta perspectiva, el libro El universo de Frida Kahlo, publicado por Editorial RM, ofrece una mirada más amplia e íntima.
Ayer se presentó en el jardín de la Casa Azul, ubicada en Coyoacán, el libro coeditado por el Museo Frida Kahlo, que contiene 12 ensayos de especialistas y más de 300 fotografías. Se lanzó un tiraje “enorme” de 9 mil ejemplares, editado con versiones en español e inglés, el cual se ha comenzado a distribuir en Europa, América y Asia.
Se trató de un proceso muy largo que se inició en 2014. “Pensamos que aporta una luz diferente de la obra de Frida desde muchos ángulos y teniendo en cuenta el nacionalismo mexicano”, apuntó Reverté.
La mirada a su casa y sus habitantes es la ventana que permite adentrarse en este universo alrededor de la artista, mediante la exploración de su indumentaria, así como de su colección de arte popular y prehispánico.
Desde el lugar tan personal en el que nació y vivió Kahlo, la presentación editorial dio inicio a las actividades con motivo del 115 aniversario de nacimiento de la pintora. A la cita acudieron también algunos de los especialistas que colaboraron con los textos: Pablo Ortiz Monasterio, Marta Turok, Paulina García, Martha Romero y Luis Enríquez.
En el libro se enfatiza que la personalidad de la artista “ha sido adoptada como una de las banderas del feminismo, de la discapacidad, de la libertad sexual y de la cultura mexicana. Frida Kahlo se ha convertido en un referente que rebasa el mito que la pintora creó de sí misma”.
Al encabezar la presentación, Perla Labarthe, coordinadora del Museo Frida Kahlo, calificó ese como un momento importante, sobre todo después de dos años de emergencia sanitaria que implicó retos, pero también oportunidades, pues el aforo limitado y el cierre temporal permitió trabajos de conservación, por ejemplo, de los aplanados a la cal de las salas del museo y el rescate de algunos de los vestigios, y abrió nuevas líneas de investigación, así como un proyecto de iluminación.
“Hemos entendido y visto cómo ha cambiado la visión que la gente tiene de Frida Kahlo”, agregó Jessica Serrano, del Banco de México, entidad fiduciaria desde 1955 que conserva el legado pictórico y literario de Kahlo y Diego Rivera.
En la conferencia, Serrano enunció la misión del museo, redefinida durante el periodo de pandemia: invitar al mundo a una experiencia estética y personal desde el espacio más íntimo de la pintora, su casa, donde se promueve el conocimiento y la conservación de su legado, así como el arte popular y las tradiciones mexicanas.